No sé si soy el único, pero sin ser de allí, muchas veces extraño Galicia, tengo «morriña» de su cantábrico, de sus zonas verdes y de sus manjares. Pues por suerte, el otro día encontré la medicina perfecta para curar mi anhelo de ir a Galicia a calzarme un buen pulpo, unas vieiras y un albariño. Además es una medicina a muy buen precio en una zona perfecta.
Os hablo de la Taberna Maceira, un sitio idílico en pleno barrio de Las Letras en el que no sabes si estás en Galicia, Escocia o Madrid. Una decoración peculiar y para gustos, aunque a mí me encantó ese rollo taberna totalmente inspirada en los verdes montes gallegos, y con una música gaitera que te hará viajar sin haberte movido del centro de Madrid.
El Coolinómetro
Antes de comenzar este Coolinómetro os diré que no es un sitio en el que hayamos comido muchos platos para poder enseñar y valorar, pero de verdad que los pocos que pedimos me parecieron tan sublimes y me calmaron tanto mi necesidad de conocer un buen gallego al que poder ir a comer cuando tenga morriña, que necesitaba contaros el descubrimiento que hicimos. Vamos allá que os hago esta mini ruta.
No podíamos empezar con otra cosa que no fuera un buen pulpo a la gallega. El buen pulpo a la gallega, y me da igual los sermones fitosanitarios que me podáis dar, se sirve en un plato de madera con una capa de patatas cocidas (o en su defecto un parmentier de patata), con pimentón, un buen aceite de oliva y sal gorda. Ese es el buen pulpo a la gallega y, sin duda, en Taberna Maceira se saben lo que se hacen.
Por cierto, algo que me pareció muy curioso fue cómo te sirven el vino en una especie de cuenco en lugar de en una copa, parece ser que es tradicional de Galicia pero no tenía ni idea. Me gustó al principio la experiencia más tradicional, pero sí que hubiera agradecido una copita de vino para disfrutar más aún de un buen albariño.
Seguimos nuestra ruta gallega con un manjar del norte como son las zamburiñas. No sé si son zamburiñas o volandeiras, el debate está servido, pero lo que sé es que figuraban en la carta como zamburiñas y que estaban realmente sabrosas. Un aliño quizás excesivamente alimonado y por tanto ácido, pero era un producto de calidad.
Para finalizar la velada, nos pedimos otro clásico que no puede faltar en un gallego: la tortilla de Betanzos. Sé que a mucha gente le da miedo esta tortilla, recuerdo una vez que llevamos a unos amigos americanos a Garelos (ese sí es el mejor gallego de Madrid y ya os hablaré de él), y no les convencía mucho al principio la torilla de Betanzos con el huevo tan líquido, pero después les encantó y, obviamente, no pasó nada. Yo soy muy fan de esta tortilla, es el punto que a mí me gusta en una tortilla, y en Taberna Maceira les sale muy buena.
En definitiva, Taberna Maceira no es el mejor gallego de Madrid pero sí que es una taberna pequeña y acogedora que es perfecta para ir con tu grupo o con tu pareja a tomar unos albariños y algo de picar. Buen precio, buena comida y céntrico. Viva Galicia.
Comida: 7
Trato del personal: 6
Ambiente: 7
Precio: 25 euros por persona
Localización: 8,5 (Normalmente la gente va a la Taberna Maceira que está en Huertas, pero si bajáis un poco la calle y giráis en Calle de Jesús, encontraréis otra Taberna Maceira que fue la primera en abrir. Más pequeña pero más acogedora y con mejor ambiente).