En el corazón de Madrid, Hey Kid se muestra tal cual es: un soñador con una guitarra, una maleta y un nuevo álbum que refleja aventuras, emociones y un profundo amor por el arte. Con giras y festivales en el horizonte, promete transportarnos a lugares que nunca imaginamos. Esta es mi entrevista en exclusiva para Coolturize Magazine.
Por Paco Córdoba
Hoy tengo una cita con Hey Kid
En el metro escucho su nuevo álbum, a nuevos lugares, disponible hace apenas unos días. Es la segunda vez que me lo pongo; la primera fue por negocios, pero esta es por placer. He descubierto a un chaval con alma de niño, sin miedo a mostrarse vulnerable y expresar su amor en forma de melodías y estructuras naturales, con una voz afectada y sensible, dispuesta a lo que la música le pida. Me surgen muchas preguntas, qué suerte la mía.
Me recibe en una cafetería en San Bernardo, Madrid. Igual que yo cargo con una libreta y un portátil sin batería para hacer peso en la mochila, él carga con una maleta y una guitarra, no hay analogía más certera para su nuevo álbum. “Lo empecé a componer hace año y medio, a raíz de sacar los primeros singles. Quería pensar un concepto y elegí el de nuevos lugares haciendo referencia a las nuevas aventuras, experiencias y emociones que he vivido en relación a la música y los conciertos, y en las que me han acompañado mi familia, mis amigos y toda la gente que está conmigo”.
A mí me ha gustado, pero solo soy uno entre su más de un millón de oyentes mensuales en Spotify. Me pregunto cómo habrá sido recibido estos primeros días de lanzamiento. “Mucha gente que nunca me ha escrito por nada o hace años que no me hablaba me ha dicho oye, qué bueno esto que he escuchado, tal. Yo no soy de mirar los números y es pronto para sacar una conclusión, pero de momento va muy bien”.
El próximo enero se embarcará en el a nuevos lugares Tour 2025, una gira por ciudades de toda España que ya cuenta con un brillante SOLD OUT en Valencia, Barcelona y Madrid. “Que se agoten las entradas es algo que suele costar mucho, por eso lo agradezco un montón. Yo creo que ayuda tener canciones que ya son conocidas; ah que esta es de Hey Kid, ah pues dónde toca, toca aquí, ah pues la compro. Creo que el éxito está siendo a través de la música directamente y de todo el trabajo que hemos hecho. Cuando las canciones son más conocidas que tus redes sociales, está muy bien. Es el objetivo”.
Con varios festivales a cuestas, como el Arenal Sound o el Granada Sound, Hey Kid me asegura que quiere llevar esa energía a las salas. “Será una propuesta muy diferente al tour anterior. Vamos a tener muchos festivales también, por eso quería darle el toque de convertir la sala en un festival. Habrá momentos íntimos, pero sobre todo serán conciertos de darlo todo y pasarlo bien. Tengo muchísimas ganas”.
“Trabajo mucho con mi director de banda, nos enviamos referencias de montajes de escenario, ideas, sonidos…”, me comenta cuando le pregunto por la preparación de una gira de este calibre; “unimos las canciones entre sí, pensamos mucho en el orden, cuándo hablar, qué decir… Dentro siempre de la improvisación del escenario, que es bonita, pero el público ha pagado y se merece el mejor concierto. Es como cuando hacías una exposición en el colegio, que la llevabas preparada para que saliera perfecta”.
Enseguida puedo ver su alma de niño aflorar, y más aún cuando me habla de su nuevo single, noche de san juan, el cual me parece que tiene un punto espiritual. “Casi todas mis canciones tienen un lado espiritual. Hay mucha gente que ya no está aquí y que me hubiera gustado que viera todo esto. Y esta canción es para mi abuelo, que se llamaba Juan. Él sabía que yo tocaba la guitarra, pero ya está. Cuando empecé a componer le quise hacer homenaje, y también a mi abuela con La Mesa del Domingo. Soy quien soy gracias a mi familia y mis amigos, a los que están conmigo y a los que siguen estando”.
Me habla entonces de alguien como tú, la que es para él la joyita desconocida del disco. Le cuento mi interpretación de la canción… “Está muy bien lo que dices, mola que haya distintas interpretaciones”, me dice muy amablemente después de darse cuenta de que no he entendido nada. “Habla de cuando conoces a la persona con la que quieres pasar toda la vida. Realmente me ocurrió, y era como verla sola en el concierto, sin nadie alrededor. Entre mil personas solo le cantaba a ella”.
Al preguntarle por sus referentes me confiesa que lleva como un año sin descubrir nueva música. “Es difícil cuando estás 24 horas con música en la cabeza. El otro día me invitaron a un concierto y digo es que es mi día libre…”, pero enseguida le surgen nombres que nos resultan familiares, como la Oreja de Van Gogh o Estopa. “Música que te ponían tus padres en el coche”. Y menciona a Pink Floyd, a Bowie… “Luego pasé a The Killers y ese tipo de grupos que son antiguos pero no tanto. Y ahora mis referencias son amigos míos que se dedican a la música”.
Malmö 040, Besmaya, Inacio e Íñigo Quintero son algunos de los nombres que entran dentro de las amistades con colaboración incluida de Hey Kid. “Nos conocemos de hace un montón. Entre nosotros nos intentamos superar. Este saca un disco que es brutal, pues yo también. Te fijas en el sonido, en el tipo de mensaje porque también conectas con él… Es un placer hacer música con tus amigos, muchas canciones han salido de juntarnos un día y decir venga, vamos a hacer una canción”.
Íñigo lo pasó muy mal tras la ola de negatividad que vino junto al éxito de Si No Estás. Me pregunto si a Hey Kid le da vértigo ese hate que viene de la mano de la fama. “Qué va, me encanta. Si se meten conmigo es tiempo que pierden. Si vienen a un concierto y critican mi voz, mi forma de moverme o de actuar, es lícito. Pero faltar por faltar es otra cosa, y muchas veces me río porque si leyeran dos veces lo que escriben se darían cuenta de que son tonterías. Yo cuento mi verdad, y si la gente la escucha me hacen el tío más feliz del mundo porque sin ellos no estaría aquí, pero no creo que sea el camino correcto querer gustar a todo el mundo”. También compara su situación actual con la que vivió su amigo. “La escala de Íñigo fue muy superior a lo que me puede ocurrir a mí. Fue de un día para otro, había cosas de todo tipo y lo pasó mal, es inevitable. Pero si es progresivo es más fácil de llevar”.
La exposición al público juega un papel muy importante en la carrera de los artistas, y con la dirección que está tomando la industria, reclamando 15 segundos pegadizos para TikTok y a por lo siguiente, se está polarizando mucho la manera que tienen de desarrollar su arte. “Creo que es un problema de la sociedad, que lo queremos todo ahora mismo. La industria solo se adapta a eso. Se ha perdido el saborear las cosas, pero también me parece bonito que los artistas nos espabilemos. Si estos son los términos de hoy pues nos tenemos que adaptar y meterle trabajo, siempre que sea algo sano. Pienso que no es ni bueno ni malo, es diferente. Cuando compongo intento adaptarme a la época en la que vivimos, pero también tenemos que hacer cosas que perduren en el tiempo. Es un reto muy grande”.
Llegamos al final de la entrevista, y antes de despedirnos le pido en nombre de Coolturize Magazine, siempre apostando por artistas emergentes, una mención para alguien que merezca más visibilidad. “JP Mbongo, que ha abierto algún concierto mío y creo que tiene un talento increible”, me comenta con una posterior reflexión final. “Todo va tan rápido que parece que si no te va bien en un año has fracasado. Y estar arriba o abajo tampoco lo decides tú, por eso hay que trabajar y trabajar. Siempre estoy intentando sacar inspiración, leer lo que sea, hacer cualquier cosa que me haga mejor, porque nadie lo va a hacer por mí. Cuando me dicen que he tenido suerte digo bueno, también es que compongo 20 canciones al día, alguna irá bien”. Y nos reímos.
Tras agradecerme mi tiempo yo le agradezco el suyo, y me marcho de la cafetería habiendo conocido a un amante del arte trabajado, que con su maleta y su guitarra se abre al mundo y cuya música espero que nos transporte a nuevos lugares durante muchos años.