La inteligencia artificial se crea a la imagen y semejanza de las actitudes y pensamientos que tengan sus creadores humanos. ¿Imagináis algo más peligroso que un robot machista? Nosotros no.

La campaña Voces en igualdad, apoyada por las ONG Confederación Nacional de Mujeres e Igualdad y la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, junto con Tango, se pregunta por qué los asistentes virtuales tienen voz de mujer.

Ayer navegaba stories arriba, stories abajo, por Instagram cuando encontré una foto de esta curiosa campaña. Fue entonces cuando abrí los ojos y pensé en todas las asistentes virtuales que inundan nuestra vida diaria en la red: Siri (la asistente virtual de Apple), Cortana (de Android), Alexa (de Amazon), Aura (Movistar), Irene (Renfe), y Sara (Correos) todas tienen voces y nombres femeninos. Todas ellas son serviciales. Todas ellas nos ayudan a cumplir nuestros deseos. También cabe recordar el capítulo de Big Bang Theory donde Koothrappali se enamora de Siri. Si, hasta el posible sexualizar a un robot. En la película Her lo romantizan un poco más, pero el fondo de la historia es el mismo.

Ya lo dicen los propios creadores de la campaña, Jesús Flete Díaz y Alejandro Jarne«A veces los estereotipos de género están tan instaurados en nuestra cotidianidad que pasan desapercibidos» eso fue justamente lo que me ocurrió, cuando lo comenté con algunos amigos todos nos miramos con la misma cara ¿Por qué no nos habíamos fijado antes?.

El diseño gráfico de los carteles va en sintonía con este pensamiento, a priori, si no nos fijamos leemos frases que decimos comúnmente a estas asistentes, pero si nos fijamos en la letra pequeña vemos la realidad:

Buscamos el porqué, obviamente, en el fondo del asunto está una de las cuestiones de siempre: machismo. Los creadores de la campaña lo explican mucho mejor, el motivo por el que estas asistentes tienen voz femenina es resultado de diversos estudios que dicen que los usuarios de todos los géneros prefieren interactuar con mujeres, ya que la voz femenina es percibida como más servicial, en lugar de con voces masculinas, asociadas a la autoridad.

Eso no es más que otro ejemplo de la perpetuación de los estereotipos de género. Y al igual que el hecho de que sólo haya asistentes virtuales femeninas ha pasado desapercibido para muchos de nosotros, también pueden hacerlo las consecuencias. Los efectos de estos pequeños detalles son también invisibles. Acostumbramos a que las mujeres que hablan en nuestro teléfono cumplan nuestros deseos, carezcan de opinión y nos permiten hablarles de cualquier manera, con insultos o bromas. Al final, estas actitudes se heredan y quizás, al oír una voz femenina en la vida real, la reacción sea la misma.