Te contamos cómo se vivió el concierto de BLACKPINK el pasado 5 de diciembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona
Por Marina González
Tres años después de la primera visita del grupo surcoreano en nuestro país, Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa consiguieron hacer SOLD OUT en la única fecha que tenían en España en su Tour ‘Born Pink World Tour’.
Locura de entradas
La preventa de las entradas fue el 15 de septiembre a las 10 de la mañana, y ya para
entonces la web escogida, Seetickets.com, estaba completamente colapsada. Algunas
personas se quedaron sin entrada porque la website no permitía refrescarse y, en algunos otros casos, no aparecía la opción de añadir el código que habían conseguido para la compra.
Os podéis imaginar la locura que se desató en Seetickets al día siguiente, el de las ventas
oficiales. Por este motivo, hubo muchos fans que estuvieron preocupados por el hecho de comprar en otras plataformas de reventa, con el sufrimiento de que podrían no ser oficiales.
Minutos antes del concierto
Europa es la tercera etapa de un total de seis. Antecedida por Corea del Sur y Norteamérica (en la primera y segunda etapa), y aún así podemos presumir de que desde el primer momento, Barcelona lo dio todo.
BLACKPINK no tuvo teloneros. O quizá fueron ellas mismas. Porque más de media hora
antes de que ellas aparecieran en escena, se visionaron una recopilación de sus videoclips más famosos hasta la fecha.
Los Blinks (fans de BLACKPINK) de todos los lugares del mundo (Portugal, Italia, parte de
Sudamérica, etc.) que asistieron al concierto en nuestro país, estuvieron muy arriba cuando los vídeos comenzaron. Y es que se pudieron escuchar los gritos, aplausos y cantos durante todo el visionado. Tanto fue así que Lisa, durante el concierto, reveló: “ […] Blinks, estoy muy emocionada porque me estaba cambiando y escuchaba vuestras voces.”
BLACKPINK
Todavía no superamos lo que se vivió en el show. Creo que lo puedo resumir con palabras como energía, empoderamiento, fiesta y profesionalidad. Bailaban, cantaban y nos animaban cuando la seriedad lo requería, pero, por otro lado y ya para el final del concierto, fueron ellas mismas. Nada más y nada menos que cuatro amigas jóvenes que se lo pasan bien haciendo lo que más les gusta encima de un escenario. Son unas artistazas, todas ellas y dieron un gran espectáculo.
Interpretaban tres o cuatro canciones y hacían un descanso para cambiarse de vestuario.
Mientras tanto, nos regalaron solos de los bailarines y también solos de los instrumentistas. Porque sí, no estuvieron solas, ni el escenario estuvo vacío en ningún momento.
Había una pantalla blanca donde se proyectaban imágenes. De repente, esa pantalla
desaparecía y daba lugar a unas rejas metálicas que, cuando se abrían, dejaban ver a un
pianista, baterista, guitarrista y bajista. Era todo muy dinámico y no sabías muy bien dónde mirar porque continuamente ocurría algo allí arriba.
En Los Angeles, por ejemplo, hubo pirotecnia. Nosotros tuvimos fuego, confeti y figuras de luz. Además de Jennie hablando en castellano y su gran “¡Vamos España!”.
Y cómo no, nosotros también aportamos algo que no se ha hecho en ningún otro país y que es muy nuestro: la ola. Justo antes del Encore (interpretaciones adicionales en un concierto), los Blinks hicimos la “pink wave”, vídeo que ha compartido BLACKPINK en sus redes sociales.
Supongo que por todo lo mencionado, en Barcelona tuvimos la suerte de poder escuchar
BOOMBAYAH, tema que no estaba en la lista de canciones que iban a cantar y que no han interpretado en ningún otro país.
BLINKS
Sinceramente, daba igual si ibas acompañado o no al concierto, porque solo no te ibas a sentir. Tuve la grandísima suerte de conocer a gente maravillosa de muchas partes del mundo durante mi espera en la cola antes de entrar, con las que voy a mantener el contacto. Pero tanto yo, como un par de amigas que vivieron la misma situación y, seguramente, muchos otros.
No puedo terminar el artículo tampoco sin agradecer a fans y organizaciones que regalaron banners (@bpinkspain) y photocards (@shibumishop) a los blinks que llevábamos horas esperando fuera del Palau Sant Jordi con el frío que hacía.
La fiesta no se acabó para los fanáticos de BLACKPINK, porque justo después del concierto se organizaron fiestas por la ciudad de Barcelona. Uno de ellos fue preparado por Asian Party (@asian_partym) club nocturno que, además, incluyó sorteos.
¿Hubo cosas que no gustaron? Sí. No todo es perfecto, y el precio desorbitado tanto de las entradas como del merchan, lo fue.
La organización dejó un stand en el Palau Sant Jordi para que los fans que no tenían entrada, pudieran comprar algo de recuerdo. Hasta aquí todo bien. ¡Pero! Si por la mañana el llavero y los pins costaban 12 € -que de por sí es cuestionable- , cuando abrieron el stand subió a 15€. Por no mencionar los 75 euros que llegaba a costar una sudadera…
Se han aprovechado al máximo la fama que han conseguido las chicas -muy merecidamente- hasta ahora. Aún así y con todo, es el mejor concierto en el que he estado hasta la fecha y volvería a repetir.
Foto final de BLACKPINK, Palau Sant Jordi. De izquierda a derecha: Jisoo, Rosé, Jennie, Lisa.
안녕가세요.