Alduccio fue el primer restaurante italiano que trajo la auténtica pizza a España. En su 60 aniversario, siguen siendo referencia dentro de los mejores restaurantes de comida italiana de la capital y del país.

Alduccio llegó a Madrid en los años 50, trayendo por primera vez la auténtica comida italiana a Madrid y conquistando a artistas como Sophia Loren, que acabó haciendo pizzas para todos los comensales.

En 1957, Aldo Sebastianelli fue el pionero de la auténtica comida italiana en España y el precursor de lo que por aquel entonces era una elaboración desconocida en el país: la pizza, como napolitano que era. Fue muy cerca de la Gran Vía de Madrid, primera ubicación de Alduccio en sus inicios,  donde se gestó la primera pizza de España que, 60 años después, sigue siendo la insignia de la gastronomía italiana y que sigue captando cada día más adeptos a su ya multitudinaria y deliciosa comunidad.

Pizza vegetale (arriba) y pizza capricciosa (abajo). Restaurante Alduccio.

El restaurante italiano favorito de las estrellas

Rápidamente, tras su llegada a España, especialmente adentrados en los años 60, Alduccio se convirtió en el lugar de encuentro de las estrellas del panorama nacional e internacional, que al llegar a Madrid no dudaban por pasarse por el restaurante italiano de referencia: la meca de Hollywood, mandatarios mundiales, músicos o estrellas del deporte eran -y son- algunos de los comensales habituales de Alduccio. ¿Quieres comprobar qué figuras destacadas han pasado por el restaurante? Pues deberás ir en persona porque uno de los emblemas de Alduccio son sus paredes cubiertas de portarretratos de las celebridades que han pasado por él, disfrutando de su plato de la carta de Alduccio favorito.

Emblemáticos portarretratos de las celebridades que han pasado por Alduccio.

Entre muchas historias de innumerables rostros conocidos sentados a la mesa de Alduccio, una de las más destacadas es la de Sophia Loren, quien era clienta habitual por su fascinación al encontrar comida italiana en Madrid cuando tenía que viajar a España, y que se adentró hasta las cocinas del restaurante y acabó haciendo pizzas para todos los comensales, pero el desarrollo de esta historia no te lo voy a contar yo, deberás ir a Alduccio para que Giancarlo Sebastianelli, hijo de Aldo y actual propietario junto a su hermana Mónica de Alduccio, además del chef, te cuente exactamente qué pasó ese día.

El Coolinómetro

Tuve el placer de acudir recientemente al restaurante Alduccio y quedé gratamente sorprendido con la calidad del producto, el sabor de los platos y el savoir faire, o en este caso competenza, de la comida tradicional italiana.

En esta ocasión elegimos un entrante, dos platos principales y un postre. El entrante fue una parmigiana di melanzane que, con toda sinceridad, es la mejor que he probado nunca. Me he recorrido la práctica totalidad de restaurante italianos de Madrid y siempre intento pedir este plato porque es uno de los que más me gustan, pero me había resultado siempre difícil dar con una parmigiana que satisficiera mis expectativas, hasta mi visita a Alduccio.

Clásicos infalibles de la cocina italiana

Como platos principales escogimos la carbonara, el clásico que nunca puede faltar, y los fettuccine fungi porcini e tartufo. Pese a que la carbonara es, sin lugar a dudas, mi plato favorito y que tengo un baremo de medición muy exigente, resultó ser una carbonara realmente sabrosa, con una muy buena calidad de guanciale y una presentación espléndida. Totalmente recomendable. En segundo lugar, de entre los principales, sobre todo destacaría el fetuccine, un sabor intensísimo a boletus y con una pasta fresca de calidad excepcional que elaboran cada mañana en el restaurante.

El postre fue un tiramisú, y el resultado fue un poco similar a las berenjenas alla parmigiana, y es que siempre pido de postre tiramisú porque es mi favorito, fuera incluso de la comida italiana, y había sido complicado dar con los tiramisús que cumplieran con las expectativas, pero sin duda el de Alduccio se cuela entre mi top 3 de tiramisús de la capital.

Spaghetti alla carbonara y Fettuccine fungi porcini e tartufo de Alduccio.

Valorando otras cuestiones, el restaurante posee una ubicación excepcional, puesto que está ubicado justo frente al Estadio Santiago Bernabéu, una zona céntrica con muchas facilidades de transporte. El trato es exquisito, disfrutamos de un personal muy atento y de una atención muy personalizada, con gran disposición a resolver nuestras dudas y ofrecer sus recomendaciones. Además, tuvimos el placer de, finalizada la comida, poder charlar con Giancarlo Sebastianelli y Mónica Sebastianelli, que nos ofrecieron todo tipo de facilidades y anécdotas del restaurante. Finalmente, la decoración del restaurante es muy especial y única, como comentaba cuentan con esas paredes tan emblemáticas del local repletas de todo tipo de figuras conocidas, tanto actuales como de hace décadas, por lo que disfrutamos mucho recorriendo las paredes de Alduccio reconociendo caras.

Alduccio cuenta con una acogedora y cómoda terraza exterior.