Con su recién estrenado álbum, CUANDO LAS SOMBRAS SE ALARGAN, Xenia nos atrae a su reino de sueños y sombras. Analizamos juntos cada canción, nos acerca un poco más a su proceso creativo y nos acompaña para conocer mejor el origen del particular abanico de estilos que despliega en el disco.
Por Paco Córdoba
Onironáutica: capacidad de navegar por los sueños y dominarlos según los propios deseos conscientes.
Hoy tengo una cita con Xenia.
Camino por el paseo de Recoletos, visitando el Mercado de Artesanía que ponen todos los años por Navidad. Todavía tengo unas horas, así que me pongo su nuevo álbum, CUANDO LAS SOMBRAS SE ALARGAN, esperando conocer un poco más su mundo particular antes de encontrarme con ella. Entonces, ocurre. Todo se vuelve oscuro, inmaterial. Hago el esfuerzo de correr, pero mis piernas no responden. Los árboles a mi alrededor, convertidos en sombras, me observan esperando una respuesta.
Dentro de unas horas Xenia me recibirá en Delish Vegan Doughnuts, una cafetería en pleno barrio de Malasaña. Pero aquí, en los sueños, el tiempo es relativo, y resuena en mi cabeza su voz desde el futuro cuando me pregunto por qué estoy en este plano tan emocional y nocturno. “Esa oscuridad que representa mi música no es algo que yo busque en absoluto, a lo mejor pienso en hacer una canción pop y me sale así. Por eso me parece bonito, porque me da identidad y me permite hablar de temas más significativos para mí, o más emotivos. Soy un poco intensa, tal vez”.
Menciona la película Origen, referente del cine onírico, y me siento como DiCaprio mirando a mi alrededor en aquel paseo, en busca de señales. Como si escuchara mis pensamientos, Xenia me revela el origen del proyecto. “Nace de querer encontrar un sonido que me represente, un reflejo de mi identidad. El título nació de una frase del libro El Nombre del Viento. Cuando lo leí, supe que mi próximo álbum se tenía que llamar así, me pareció precioso. El título no creó el álbum, pero sí que ayudó con que su universo girara en torno a la noche y los sueños, ese mundo que no es de verdad pero tampoco es de mentira, el surrealismo del inconsciente. A partir de ahí empecé a desarrollar la parte musical”.
Es la señal que esperaba, debo de estar soñando. Mi chequeo de realidad es contarme los dedos de una mano. Nunca saldrán cinco, comprobadlo. Me pregunto por qué Xenia me habrá querido sumergir en este estado alterado de conciencia. “El tema de los sueños me parece increible, el hecho de que tengas una vida paralela a la tuya en la que expreses miedos y deseos me parece una idea súper potente. Siempre me ha gustado la fantasía, cuando leo un libro es sobre dragones y mi primer EP fue sobre ir a la Luna. Quise explorar un tema en el que no había límites, en un sueño puedes hacer lo que te dé la gana y hacerlo a lo grande”.
La ciudad a mi alrededor está a punto de tomar formas muy distintas, moldeadas canción a canción.
Suena CUANDO LAS SOMBRAS SE ALARGAN. “Es la introducción al álbum y presenta las sombras y la sensación de haberse perdido. En un punto, la canción arroja un poco de luz, preguntando si esa otra persona seguirá estando cuando todo esté oscuro”.
Suena SI CIERRO LOS OJOS. “Primero una voz lenta, luego otra más rítmica y al final un drum&bass, como si se deformara todo al final. Es como un sueño, quiero soñar para volver a vivir”.
Suena NO GRITARÉ TU NOMBRE. “Habla sobre un sentimiento generacional de desasosiego y constante incertidumbre. Está escrita a modo de dedicación a un amor que pasa por este sentimiento y refleja mi propio estado emocional a su vez. El tema transita por diferentes sonoridades junto a la letra, que presenta confusión entre lo real y lo soñado”.
Suena DANDO UN PAR DE VUELTAS. “La hice sobre una base de reggaetón a propósito, para después quitarla, porque las melodías de reggaetón son super catchy y súper bonitas. Después la convertí en balada, grabando violines, un chello y un piano de cola, porque quería incorporar esas melodías en otra cosa mucho más sentida. Pensé en esa mezcla y dije necesito hacerlo”.
Suena QUIÉN ME LO PERDONARÁ. “Es un tema que yo hice en mi casa sin intención de que estuviera en el disco, y cuando se la enseñé a Nacho me dijo que tenía que meterla. A mí a lo mejor me parecía demasiado corta, pero la trabajé con él y creo que funciona muy bien”.
Suena DÓNDE VA EL AMOR. “Es una bulería, y hay palmas muy por debajo, pero la percusión principal son metralletas, por hacer el símil y el contraste del amor y la violencia”.
Suena APNEA. “Quería jugar con la idea de la apnea de sueño y también la apnea de no respirar bajo el agua, que metí en el videoclip. El tema de los sueños, si no sale a relucir en la letra sale en la instrumental, por eso creo que está visible en todo el disco”.
Suena LA PIEDAD. “Esa entrada de Blu Samu nadie se la espera. Yo quería un rollo 070 Shake, como un hip-hop súper melódico, entonces contacté con Blu Samu, que es una crack. Cuando me pasó la primera demo estábamos Nacho y yo flipando. Se sacó el coño de forma increible”.
Suena YA NO ME DESPIERTO. “Teníamos de referencia un tema de Billie Eilish, porque quería hacer una canción que luego se convirtiera en otra distinta, pero salió algo totalmente diferente. Siempre que pongo una referencia sobre la mesa se me va hacia otro lado, que también me encanta. Y creo que se nota mucho la influencia de Sega Bodega, que los tuve muy en cuenta, aunque no fuera directamente”.
Suena 61L4. “Me parece una buena despedida porque contrasta mucho con las demás. La compuse con Nacho en un viaje y esa noche grabamos directamente la versión del disco. En un momento se escucha a mi gata, y en otro se me escucha soltando el aire porque me estoy riendo, pero quise que quedara lo más cruda posible. Luego la pitcheé hacia abajo para darle un toque de final, de despedida, y le da una nostalgia que la canción necesitaba”.
En los sueños también es relativo el espacio, y me lo acaba de demostrar la cambiante urbe a mi alrededor. “Quería explorar diferentes géneros, mi reto era no hacer una canción de bombo-caja, que me encanta porque es la estructura del Pop y del Punk, pero me apetecía explorar otras cosas. El álbum es Pop, pero también tiene Drum&Bass, tiene Funk, tiene Bulerías, Reggaetón… Me gusta mezclar cosas random y conseguir que pertenezcan al mismo sonido, que es lo difícil, pero creo que está conseguido”.
A pesar de poder navegar de forma consciente, mi entorno parece tener vida propia. ¿Quién ha podido construir este laberinto imposible? La voz de Xenia vuelve a ser un eco en mis oídos, y esta vez viene acompañada. “El álbum está producido por mí y por Nacho López, que tiene otros proyectos con Ultralágrima y Margarita Quebrada, y cada canción la hemos hecho de una forma. La de CUANDO LAS SOMBRAS SE ALARGAN no sé si la empezó él, y luego me subí yo. SI CIERRO LOS OJOS la hice casi toda yo y él la refinó. No tenemos unas pautas, fluimos muchísimo según lo que pida la canción. Me gusta tener el control y estar muy encima de la composición y la producción, y Nacho es una persona con la que tengo muchísima confianza y me permite desarrollarme creativamente. Ha sido una pasada trabajar con él”.
Es curioso. Hay casos documentados de sujetos que entran en los sueños de otras personas. Me pregunto a quién habrá visitado Xenia desde el plano astral. “Tengo muchos referentes, pero yo soy más oyente pasiva, todo lo que escucho me inspira de alguna forma y luego lo traduzco a mi música. Sega Bodega, Arca también está muy presente, Sevdaliza, FKA Twigs siempre… Y Frank Ocean, en hacer canciones que luego se convierten en otra cosa”.
Siento cómo la arena comienza a rasgarme los ojos, voy a ser arrancado de los brazos de Morfeo. En un intento desesperado de aferrarme al tejido de la ensoñación, recuerdo mi condición de articulista de Coolturize Magazine, y me invade la urgente necesidad de apostar por un artista emergente. Xenia me tiende por última vez la mano, sosegando mi corazón con su propuesta. “Yo apostaría por Estela Esperanza, que es una chica de Valencia que hace música preciosa. Es muy de nicho, pero es música increíble que merece ser escuchada”.
Me despierto.
Llego al lugar de la cita, donde Xenia me está esperando. Después de escuchar su álbum, escrito con los ojos cerrados, me da la sensación de que no es casualidad que nos veamos al atardecer, cuando las sombras se alargan.