Fue a comienzos de este año cuando empezamos a oír la polémica en torno al personaje de Apu Nahasapeemapetilon de la icónica serie de Matt Groening, los Simpsons. La controversia empezó cuando el cómico Hari Kondabolu estrenó un documental llamado ‘El problema con Apu» donde se denunciaban los estereotipos racistas que potenciaba este personaje y que podían resultar dañinos para la comunidad asiática residente en Estados Unidos.
Desde hace meses había rumores acerca de la decisión de Fox de eliminar al personaje, pero ha sido hace tan sólo unas horas cuando se ha confirmado. Adi Shankar, productor de Castlevania ha declarado a IndieWire que recibió «noticias desalentadoras» y que las ha verificado «por múltiples fuentes». «Van a eliminar el personaje de Apu por completo para evitar controversia», ha explicado. Asimismo, el actor que daba voz a Apu, Hank Azaria, reveló hace meses sus intenciones de dejar el trabajo.
El cómico que desatase la polémica ya se ha despedido de Apu, aunque la decisión de que se haya elminado el personaje no parece haberle convencido por completo, ya que parecía proponer una remodelación del mismo.
RIP Apu. RIP My Mentions
— Hari Kondabolu (@harikondabolu) 27 de octubre de 2018
Agreed. There are so many ways to make Apu work without getting rid of him. If true, this sucks. https://t.co/czBDIvaTV0
— Hari Kondabolu (@harikondabolu) 26 de octubre de 2018
Si bien es cierto que nunca está de más replantearse las representaciones que se hace en los medios de las diferentes culturas, quizás el ‘problema con Apu’ haya sido algo desmesurado. Al fin y al cabo, en los Simpsons todo está caricaturizado, principalmente la sociedad estadounidense, a los que se dirige la mayor parte de la crítica.
Tampoco debemos olvidar que hay más personajes de diversas nacionalidades que distan mucho de ser perfectos ejemplos de su cultura, Willy el escocés (quien es violento, poco lúcido y alcohólico), Tony el Gordo (quien es un italiano líder de una mafia) Luigi (italiano que tiene una pizzería y menciona continuamente a ‘la sua mamma’) o Üter (un niño obeso alemán adicto al chocolate) entre otros ejemplos.
Lo cierto, es que si se eliminasen todos los personajes que no sean norteamericanos la serie perdería diversidad. La propuesta de reinventarlos desde una perspectiva que resulte menos ofensiva es factible, pero, deberíamos pensar que en la serie todos los personajes son caricaturescos, no son modelos a seguir, se trata de un humor crítico y quizás así debiésemos tomarlo.