Fuerza, ternura y muchas risas es el combo de La vida es una broma. Una llamada a la vida, a la muerte, a la enfermedad, a la amistad, a la familia, a la madurez y a la conciencia. 

La vida es una broma es un drama contemporáneo con toques de realidad y humor. El público irá descubriendo junto a las tres jóvenes protagonistas la moraleja: solo hay una vida, es ahora y hay que agarrarla fuerte. 

La vida son metros continuos que pasan cada 4 minutos y no esperan. La obra nos hace ver que el mundo te cierra una puerta pero te abre cinco. Cuando algo se escapa, aprendes y tras ese golpe de realidad, aparece otro comienzo que hay que aprovechar. 

En la obra, las tres compañeras de piso necesitarán un golpe de realidad para caer en la cuenta de que necesitan montarse en los metros que quieren y actuar. La línea de la monotonía está en obras en esta historia, no es una opción.

¿Qué esperas del público tras ver la vida es una broma? 

Hablamos de la obra con Nerea Barrios, creadora y directora de La vida es una broma:

  1. Que te lo pases bien
  2. Que entiendas en un porcentaje, aunque sea mínimo, lo positivo que yo saque de la muerte de mi mejor amiga 

En vez de una fiesta con fecha y hora. Nerea Barrios ha decidido hacer una fiesta con distintos pases, en distintos lugares, con gente diferente cada día, en la que su mejor amiga sea la protagonista. No hay mayor celebración que una obra de teatro, no solo es una ceremonia en su honor sino un método de aprendizaje y un recuerdo infinito.

Isabel Bernal, Sara Ralla y Elisa Drabben son Mónica, Violeta y Carol

Nerea Barrios:  «La vida para mí era muy personal, el cast tenía que ser gente que entendiera que en el ensayo me podía pasar cualquier cosa». 

Las actrices que representan a las tres protagonistas de esta obra nos dan una de cal y otra de arena. La obra nos hace pasar por todos sus sentimientos, no puedes quedarte con una, te sientes identificadx en las tres jóvenes. Sufres, te ríes e incluso comes con ellas…

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Cuando se juntan una buena interpretación, un buen guión, una buena historia y tres chicas distintas con un problema de fondo común, es difícil elegir. Cada una en su papel, afrontan sus pequeñas inquietudes con distintas actitudes para llegar a un mismo final.

El nombre de la obra nos da una pista de lo que vamos a sentir durante la obra, la sensación de que la vida pasa y sin darnos cuenta pasamos con ella, sin fijarnos en lo que nos rodea.

¿La estamos viendo pasar en tercera persona o la estamos viviendo en primera persona?.

La vida a veces te hace un warning para recordarte que es la única que tienes y no la puedes mal gastar. 

A veces nos creemos gatos con 7 vidas. «El concepto de la vida después de la muerte es una superstición diseñada para que la gente se conforme con su existencia limitada. La única vida es la que tenemos ahora, por eso debemos prestarle atención y vivir mientras tengamos la oportunidad». 

 

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Es una obra personal, íntima y original, de una directora que ve más allá de las personas, que mira más allá de los móviles, las pantallas, de una era basada en la inmediatez y lo superficial. No existe el botón de suprimir en nuestro día a día. Existe el botón de actuar frente en los distintos escenarios sacando las escenas de nuestra vida adelante como si de buenx actorx se tratara.

Nerea Barrios nos sorprende cada vez más con cada creación. Historias de personas reales que ponen al público en escena para destapar sus ojos y hacerlos actuar. ¿Cuando será su próxima inyección de realidad?. 

Por el momento, este verano llegan sus dos  últimas obras al Teatro Lara:

 

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