Una pareja palestina remueve el pasado en el tercer largo de Najwa Najjar. Between Heaven and Earth pone  la complicada política de Oriente Medio en primer plano, en la Mostra de València.

Una joven pareja Palestina de clase media  intenta divorciarse, pero la burocracia les descubre una desagradable sorpresa. La necesidad de ciertos documentos para llevar a cabo el trámite les obliga a viajar a los Altos de Golán y  remover el pasado.

Salma (Mouna Hawa) y Tamer (Firas Nassar) empiezan a tirar del hilo y se mueven de pista en pista como si de comisarios se tratara. Los padres de ambos fueron una vez activistas palestinos políticamente comprometidos y el de Tamer fue asesinado. Los recuerdos inundan su mente y su cuerpo.

Simultáneamente a los trasfondos dolorosos, la relación entre ellos está en continua evolución. Aclaran sus sentimientos y tienen la oportunidad de expresar lo que nunca habían osado decir.

Salma rompe al confesar que se había esforzado tanto en buscar lo que podía hacer feliz a Tamer que ya no sabe ni lo que quiere ella. Una historia universal en la que la mujer se deja de lado a sí misma para complacer a su pareja y termina por perder su identidad. Pero nuestra protagonista se ha dado cuenta a tiempo.

Between Heaven and Earth

Parece una road movie clásica, pero el misterio políticamente cargado eclipsa la película y se vuelve el género dominante.

Najwa Najjar es muy hábil al exponer los absurdos (burocráticos, políticos y existenciales) del trato que los israelíes dan a los palestinos. Tamer por ejemplo no puede conducir el coche fuera de territorio palestino. La matrícula es israelí y solo Salma está autorizada.

Aunque el desarrollo de su investigación es lo suficientemente fluido, la solución es compleja y confusa. Pedirle al espectador que junte las piezas es pedir mucho y podría limitar el atractivo del filme para el público.

Between Heaven and Earth ganó el premio Naguib Mahfouz en el Festival Internacional de Cine de El Cairo y es la candidata Palestina en la Mostra de València 2020. No es la única road movie en sección oficial pero muestra un universo político y religioso propio de su país diferente a cualquier otra cinta en concurso.