DJ Shushupe: el perfecto maridaje entre las mezclas electrónicas y la música tradicional
Viajamos hasta el BIME en Bilbao para encontrarnos con la popular deejay peruana
DJ Shushupe es ahora conocida por arrancar los Juegos Panamericanos Lima 2019 y por participar en el Mundial de Fútbol de Rusia el pasado año. Pero su trayectoria es muy interesante. Úrsula Talavera empezó a coquetear con la electrónica mientras compaginaba sus estudios de ingeniera forestal, haciendo mixes para la Universidad Agraria. Ahora, ha construido toda una marca personal que le permite vivir de su propia música, viajando y transportando la cultura peruana por todo el mundo, desde Rusia, Bélgica junto a los reconocidos Dengue Dengue Dengue o hasta también España, donde los asistentes a la fiesta de los Premios Fest también pudieron disfrutar de uno de sus sets, además de participar como artista en BIME City este mismo otoño.
Actualmente, DJ Shushupe suele preparar sets de una o dos horas y se enfrenta a aforos de unas 4000 personas, que esperan impacientes su música, con muchas ganas de bailar… en un mes bueno, alcanza los veinte shows mientras que en épocas más difíciles llega a los cuatro. En definitiva, todo un éxito. Hablamos con ella en Bilbao para conocer mejor su trayectoria y su proyecto.
¿Cómo diste con esta idea de mezclar la electrónica con ritmos tradicionales?
Antes de ser deejay soy ingeniera forestal. Lo estudié durante 7 u 8 años, hacía viajes de campo a la selva de la amazonía peruana donde se escucha mucho la cumbia. Hay diferentes tipos pero me llamaba mucho la atención las de ritmo pegajoso, psicodélico, instrumental… como siempre he viajado mucho por el Perú comencé a sacar experiencias y vivencias de fuera de Lima. A mitad de mi carrera comienzo a trabajar en un bar y me hice amiga del DJ. Yo le decía, «¿no tienes algo más latino, más tropical?». Entonces me dijo, «no, pero te voy a enseñar para que tu pongas tu música también». Por aquel entonces aún no me atrevía a poner estos sonidos, pero después de muchos viajes,
me topé con una serpiente que los materos llaman shushupe, una de las serpientes más peligrosas de la amazonía peruana, súper venenosa.
Se lo comenté a mis amigos que empezaron a bromear con ello, pero al final se quedó el nombre. Y fue entonces cuando ya empecé a introducir la cumbia… me propusieron pinchar durante siete horas en una fiesta y fue allí cuando decidí que no quería hacer un trabajo de oficina. Quería hacer expediciones, todo lo que estudié sobre la cultura amazónica es lo que me ha hecho ser la deejay que soy ahora.
¿Cómo es la aceptación de este tipo de música que también vemos de algún modo en artistas como Guacamayo Tropical o Dengue Dengue Dengue?
Hay bastante aceptación, parece que a la gente le gusta. Dengue Dengue Dengue comenzó en Lima haciendo sus propios remixes, agarró la cumbia y ahora tira más hacia lo africano… y mira, les está yendo muy bien. Al público le gustan mucho estas mezclas con ritmos ancestrales, ya sea de Perú como de cualquier parte del mundo. Sonidos tribales, étnicos de tambores, flautas… mueven mucho. Yo tengo un estilo muy cumbiero, me gusta, soy muy prendida y fiestera. Quiero algo que flipe.
¿Cuál es la mayor dificultad que has tenido como deejay?
Cuando comencé habían grupos pero no me consideraban, como si no existiera, porque eran de hombres. En mi entorno no me sentí muy involucrada, había muchas envidias. Me molestó. Después estas personas se han disculpado. Pero muchos se inventaron que pagué para ganar un concurso, que realmente yo no hacía mi música… y yo siempre he querido compartir todo con los demás.
No me veo como competencia, yo tengo lo que demuestro en el escenario, cada uno es único según lo que irradia.
Fue difícil, dentro de esos clubes había colectivos que no me quisieron pasar la voz. Al final he seguido y he seguido… he ido aprendiendo en todo este rumbo. Cuando más tarde comencé a producir también me criticaron, pero yo continué. Dentro de mi país, en los inicios no me sentía muy acogida. Esto no me ha pasado fuera. Mi constancia y mi energía me han hecho lo que soy. He tenido mis dudas, me he cuestionado, pero me encanta llegar hasta donde estoy ahora.
¿Y lo mejor de ser DJ Shushupe?
Lo mejor fue estar en Rusia en la Casa Perú con otros artistas reconocidos: pintores, fotógrafos… conocí a Pepe Corzo que es diseñador de grandes escenografías y vestuarios y a Christian Bendayán, un pintor que vive en Lima pero hace pinturas de la amazonía, ha estado en la Bienal de Venecia. Hicimos un gran equipo. Allí participé en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol y el inicio, cuando salen con las banderas… me encantó trabajar con todos ellos, ha sido algo muy importante en mi carrera. Es genial que artistas de otras doctrinas también apoyen tu trabajo. Y este momento también hizo que reventaran mis redes sociales.
https://www.youtube.com/watch?v=X4mj-qK_VRE
¿Dónde ha habido más choque cultural con tu música?
En Rusia, en Moscú por supuesto. Yo no lo sabía pero todos los rusos nos amaron, estaban felices y bailaron. Estaban viendo las pinturas amazónicas en la Casa Perú y se empaparon de toda la atmósfera. De verdad, es gente muy cálida aunque no nos lo parezca.
Dentro de Perú he ido a provincias donde hay un fuerte cambio cultural. Planeo mis sets dependiendo de las provincias de donde vayan… mezclo cosas que les puedan gustar de su propio lugar, me gusta adaptarme a todo el público. Hago un guiño al lugar. Y a mi me gusta mucho tipo de música, no soy de cerrarme en un sólo género.
¿Con qué artista te gustaría colaborar?
Tengo pensado muchos, hay géneros de artistas que me gustan que no necesariamente van con el mío. Por ejemplo, español me gusta C. Tangana, que estuvo en Lima. Tiene temas que podría mezclar con un beat tropical. Me encanta «Un Veneno». Cuando vino a Perú con Bad Gyal hicieron un concierto y estuvo increíble… después de esto no he parado de escucharle. C. Tangana tiene mucho ritmo, sabor… y sus letras son muy cotidianas, de lo que te pasa a diario y te hacen sentir identificada.