Probablemente todos nosotros tengamos en mente las Islas Maldivas como nuestro destino de ensueño. Pero, ¿qué pasa si tras todas esas fotos de playas perfectas, arena blanca e islas vírgenes nos encontrásemos con toneladas y toneladas de basura?

 La isla Thilafushi es todo lo que no te quieren vender. Una isla artificial creada para ejercer de vertedero. Lo que empezó siendo como un juego del escondite para los turistas, se está convirtiendo uno de los pulmones negros de nuestro planeta.

Cuando los desechos, producidos por el turismo, la industria y sobre todo por el consumo de plásticos, llegan a esta isla parecen ser olvidados.

 

Male, la capital de la isla cuenta con una superpoblación que al juntarse con la basura, se convierte en un problema difícil le lidiar. Se estima que el total de la población, alrededor de unas 100.000 personas, pueden generar el doble de basura por habitante.  Esta isla es una ratonera sin salida para la basura. La alternativa política supone quemar la basura, la cual agravaría aún más el problemas, elevando la insalubridad por la contaminación medioambiental que generaría.

A través de la venda que parece cegarnos podemos encontrar otros muchos materiales tóxicos en mayor medida como el plomo, que lejos de afectar a la gente, ya que se alejan de la isla, sí que pone en riesgo las miles y miles de especies que contiene la ecología marina de las islas.

Maldivas forma parte de campañas mundiales impulsadas por la ONU con el fin de reducir los plástico, pero parece que a la hora de la verdad, nadie hace nada.

La surfista Alison Teal, concursante en el programa “Naked and Afraid”de Discovery Channel ha sido los ojos a través de los cuales hemos podido descubrir el lado oscuro de las Maldivas. Llegó a la isla con la ilusión de cumplir uno de sus sueños con el surf, pero este se quebró al verla convertida en vertedero.

“Para abandonar la isla en mi primer viaje, hicimos una balsa con los plásticos y botellas que encontramos. Desde ese día, no olvidé lo que había vivido”Alison Teal (Naked and Afraid)

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A pesar de que la isla de la basura, como coloquialmente se ha llamado, esté a miles de kilómetros de nuestro país, esa realidad, de un modo u otro,  también la podemos relatar aquí.

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Es necesario ser conscientes de lo que pasa en el mundo, ya sea en la calle de aquí al lado o al otro lado del planeta. Nos lo estamos cargando y puede que en un futuro (no muy lejano), Male pueda ser como el barrio en el que todos los días te encuentras con tus amigos.