El cantante malagueño aterriza en el Festival de Música Cuevas de Nerja, para poner el broche final en su ciudad a esta gira de Teatros.
“Hablemos de amor, Del sol en tu espalda, Del sueño que tarda en soltar la mañana,Ser tu despertador”, eran los versos escogidos por Pablo Alborán para dar comienzo a la que iba a ser una noche inolvidable. Un malagueño que aparecía en la oscuridad silenciosa, en la mejor compañía, su guitarra en mano y un tímido foco de luz blanca que iluminaba al ritmo de su voz. Es complicado hacer que 1.700 personas se emocionen con tan solo una frase, pues él lo consiguió.
Tras él unas pantallas, que mostraban una perspectiva más cercana del cantante, dejando ver la emoción en sus ojos, que nunca han brillado tanto. Un Pablo Alborán emocionado, cantándole a su tierra, “siempre que vengo a Málaga es sinónimo de Refugio, Hogar y familia. Cantar en Málaga, es cantar como en mi casa”.
Su voz, era la única protagonista de la noche, una voz que abrazaba a Nerja, dando una sensación de Refugio. Si algo no le puede faltar a un andaluz, es el flamenco… y sí ,hubo flamenco, hubo ese quejido que a todo el que lo escucha, como diría mi madre “le quita el sentido y le pone los pelos como escarpias”.
Había mencionado, que solo su voz fue la protagonista… pero no. Hubo varias protagonistas durante la noche. Desde una seguidora que venía desde USA y era su cumpleaños, una silla que molestaba a los espectadores o una seguidora del público que emocionó al propio cantante. Sin lugar a duda, era como estar con tu familia.
Hablando de amor, De un pasado que aparece cada vez, de Tantos Miedos y Desencuentros, subimos la “Escalera”, hasta un Pablo a capela, “a ver, no sé si voy a ser capaz de hacer esto” decía, lo que no sabía es que iba a erizar la piel de todos los allí presente. “Tu refugio”, nunca había emocionado tanto, una voz a capella, que hizo caer alguna que otra lágrima en Nerja.
Tuve la oportunidad de hablar con una conocida, que llevaba a su hija por primera vez a un concierto de Pablo Alborán, “mi hija sigue desde pequeña a Pablo y siempre ha sido su sueño verle, lo primero que me ha dicho al salir, ha sido: mamá hoy he vivido un sueño” y no voy a mentir, para mí también lo ha sido.
Y terminando la noche llegaba el momento de irnos de “Fiesta”, la Platea y las Gradas, se convirtieron en la mayor pista de baile del mundo, desde niños hasta no tan niños, se levantaron al son del cantante, técnicos, cámaras, bailaban esas canciones, “que nadie se atreva a decirnos que pare la fiesta”.
Pero sí, lo que nadie quería ocurrió, llegó la hora de decirle adiós… Un adiós sobre mojado. “Llueve sobre mojado”, fue la elegida para ponerle el broche final a esta noche, que ha sido como bailar una canción sobre un atardecer pintado con toda tu familia con tu canción favorita de toda la vida.
Desde siempre me han dicho que hay que ser lo más objetivo posible, pero desde aquí desde este pequeño rinconcito, quiero mandarle un mensaje a todas las personas que hayan llegado aquí, aún me acuerdo cuando escribía por todos lados “alguna vez entrevisté a Pablo Alborán” y no, no ha pasado, pero sé que estoy más cerca que nunca… persona que ha llegado hasta aquí, los sueños se cumplen.