zara plagios
¿Imaginas ser un joven diseñador de moda y que Zara te robe tus diseños? Esto es precisamente lo que les ha pasado a estos dos diseñadores.

BECOMELY y FLAMAN ATELIER han sido dos de los últimos afectados por el plagio sin escrúpulos de la cadena de moda más importante de nuestro país.

No es ninguna sorpresa encontrar que entre los diseños de las grandes marcas del grupo Inditex se ha «colado» algún clon de las pasarelas. Esta temporada se pueden encontrar los zapatos acolchados de Bottega Veneta en Zara, las botas de Victoria Beckham en Bershka y los botines joya de Dolce & Gabanna en Stradivarius. 

Es lo que tiene el fast fashion, dirán muchos. Que ponen lujo inalcanzable al alcance de las masas, dicen otros. Sin embargo, cuando los afectados no son las millonarias casas de lujo sino jóvenes diseñadores y artistas no hay justificación que sirva.

Imagina que sueñas con dedicarte a la moda. O al arte. Imagina que después de sortear todos los obstáculos durante tu vida, todos los comentarios con acritud que infravaloren tu pasión, imagina que por fin logras dedicarte a ello. Creas tu marca. Te dejas la piel en ella. Luchas por vivir de la moda en un país que no destaca por el valor que da a su arte. Y, cuando estás avanzando pasito a pasito, llega un gigante de la industria y te roba ese diseño tuyo, tan tuyo, que tantas horas en vela te llevó y hacen que se imprima masivamente, en serie, sin cariño, sin esfuerzo, sin esencia. La camiseta a la que tú habías dado un valor (más que justo) de 29 euros, ahora cuesta 5,99. Por supuesto, no es la misma. Los valores de tu marca ya no están. Han olvidado el fondo, se han quedado con la forma para ver si así, engañan al ojo de los que no se molestan en saber.

A la izquierda, la camiseta de Becomely, a la derecha, la plagiada por Pull & Bear

Esto es precisamente lo que ha ocurrido con Becomely, una marca española que tiene como seña de identidad un conejito rosa. Becomely surgió de la mano de Quique Vidal en 2013. Desde entonces, esta divertida firma no ha dejado de triunfar en EGO y MBFWM y cualquiera que se mueva en la industria de la moda sabe que es más que merecido.Todas sus prendas y accesorios están fabricados íntegramente de forma ética en España, algo que dista bastante de los estándares de fabricación de Inditex.

https://www.instagram.com/p/B3saA6UouQv/

Pero Becomely no ha sido la única firma afectada recientemente. Flaman Atelier también ha sufrido las consecuencias del fast fashion más cruento. Esta firma comparte una filosofía admirable. Una identidad firme, fabricación 100% artesanal en España, prendas hechas con mimo mientras suena música en su atelier y, de repente, algo que parece ser uno de sus diseños aparece en Zara. Patricia, diseñadora de la firma, no dudó en compartir la innegable comparación en su Instagram con un sentido texto en el que se pregunta si de verdad esto era necesario.

https://www.instagram.com/p/B3NNJGdHJYG/

Merece la pena leer las palabras de Patricia y de tantos otros jóvenes artistas que han visto como sus obras, su inspiración y sus horas de trabajo quedaban relegadas a una esquina de unos grandes almacenes. Esta vez en la etiqueta pone Made in Bangladesh, y donde debería ir su nombre, las cuatro letras que todos conocemos.

¿De verdad no era más sencillo pagarles por su trabajo?

¿De verdad no era más fácil no hacer estos diseños si ellos no habían aceptado la oferta?

Quizás, con las grandes cadenas de moda rápida nos estemos enfrentando al robo de arte más grande del siglo XXI. Y quizás, esté en nuestra mano pararlo.