Los retratos, las miradas y las mujeres son la base principal de las obras de la joven artista Celia Gallego
Hemos hablado con ella para que nos explique sus inicios, de qué forma empezó y cuál ha sido el motor que le ha hecho dedicarse al mundo del arte.
Coolturize: ¿Quién se esconde tras Celia Gallego?
Celia Gallego: Detrás de Celia Gallego hay una chica de 22 años con mogollón de energía y muchísimas ganas de crear.
C: ¿Cómo empezó tu pasión por el mundo del arte? ¿Hay alguien de tu familia que te haya inspirado?
Celia: Desde muy chiquitita dibujo, como cualquier niño me pasaba el día con las témperas, los bolis, los lápices… Pero realmente fui consciente de mi pasión por el arte cuando con quince años, todos los niños dejaban de dibujar y yo seguí hasta día de hoy. Ahí fue el punto en el que me di cuenta y dije, creo que ésto es lo que más me llena en el mundo.
En mi familia no hay nadie que pinte o se dedique de una manera u otra al arte. Mis padres siempre me animaron. Me apuntaron a clases tanto de música como de pintura y creo que la mezcla de ambas disciplinas ha hecho que me apasione tanto el arte.
C: Estudiaste periodismo aunque siempre el dibujo es una de las pasiones que más te ha seguido. ¿Crees que es importante el interesarse por disciplinas que no están en tu carrera universitaria?
Celia: Totalmente imprescindible, en mi opinión. Mi carrera es muy general, te enseña las herramientas que luego tú debes poner en práctica para ser un buen periodista. Si quieres ser periodista económico, debes saber mucho de economía y no te lo enseñan en la carrera más allá de una sola asignatura. Igual pasa con el arte. Pero ya no sólo por el hecho de que en mi carrera específicamente si quieres ser periodista cultural tengas que dominar cosas sobre arte, sino ya que para cualquier persona enriquecerse desde diferentes puntos de conocimiento es increíble.
Aunque el periodismo y el arte aparentemente no tengan que ver, el hecho de haber estudiado mi carrera me ha ayudado a saber comunicar qué quiero decir cuando pinto, qué palabras puedo usar, qué tipo de lenguaje verbal necesito y cómo mezclarlo con el no verbal del cuadro.
C: ¿Eres de las que piensa que la curiosidad y la experiencia enseñan mucho más que muchas asignaturas de una carrera?
Celia: Antes pensaba que el 90% lo hacía la curiosidad y la experiencia. Pero poco a poco he ido aprendiendo que realmente las asignaturas que se puedan aprender en BBAA ayudan también mucho. Ya no sólo porque te encaminan en una dirección del conocimiento y no andas dando tumbos, sino también tienes una persona que con su experiencia va a criticar tu obra, va a poder ayudarte en tu camino como artista, y no estás como un patito mareado como ando yo. Realmente el camino que he tomado me encanta, pero es cierto que siento que mi velocidad de aprendizaje es mucho más lenta. ¡Pero esto sería lo ideal!
C: Ya centrándonos en tu carrera profesional como artista, ¿cuál fue el momento en el que todo arrancó?
Celia: Creo que el punto de inicio fue en bachillerato, cuando comencé a subir mis dibujos a instagram y a la gente le gustaba. Al principio no era consciente de lo que implicaba y de pronto se me encendió una bombilla en la cabeza y me dije ¿realmente gusta lo que hago? ¿Podría seguir aprendiendo y un día dedicarme a esto? Y fue cuando me puse las pilas y a aprender, a pintar, a practicar y a disfrutar.
Creo que el punto de inicio fue en bachillerato, cuando comencé a subir mis dibujos a instagram y a la gente le gustaba.
C: ¿De qué forma notaste que ya la gente te iba conociendo como artista?
Celia: Cuando conocidos me veían por la calle y decían ‘tú eres la artista, ¿no?’ y yo decía qué va, si sólo hago dibujos. Esto comenzó poquito a poquito a ser más frecuente, a que me llamaran artista personas de las redes, gente de mi alrededor, mi familia… Aunque he de decir que yo todavía no me lo considero ni mucho menos ¡me queda mucho camino!
C: Si te preguntan de forma general cuáles son los puntos principales que sigue Celia Gallego en sus obras, ¿cuáles serían?
Celia: El retrato, más centrado si cabe en la mirada de la persona que aparece, y ciertos colores que siempre han de aparecer en todos mis cuadros. El retrato para mí es la máxima expresión de un sentimiento. Hay quien crea metáforas con paisajes, hay quien crea situaciones, yo necesito tener un retrato, necesito ver los ojos muy de cerca y crear una expresión. Los ojos es algo que desde muy pequeña me ha apasionado muchísimo y a día de hoy es en lo que más me centro, necesito que estén muy definidos, que marquen una mirada, que te sigan, que te intriguen, poquito a poquito voy consiguiendo ese efecto pero me parece tan pero tan difícil…
Y, luego, determinados colores que para mí siempre han de aparecer: narices y dedos rojizos, el rubor de las mejillas, blancos muy blancos en brillos y en los fondos el azul. Todo ello poco a poco va creando un estilo para mí, aunque todavía no he llegado a él pero siento que voy por buen camino. ¡Poco a poco siempre! Estoy muy feliz de ya ir encontrando elementos que me diferencien, no tengo prisa en ir encontrando los demás, es un camino precioso que hay que disfrutar.
C: ¿Por qué son importantes para ti las mujeres y la miradas?
Celia: Hace poco me adentré un poco en mí y saqué la respuesta de por qué me gustaban tanto los ojos y las miradas. Descubrí que me gustaba encontrar una mirada pura, transparente, amable y amistosa. Necesito unos ojos claros, transparentes, que dejen ver cómo es el personaje de mi cuadro, que cuenten algo. Una mirada cuenta una historia, habla por sí sola y para mí es lo más importante.
En cuanto a las mujeres, realmente no lo sé, siempre me he centrado en ellas pero también veo un grandísimo atractivo en hacer hombres. Me encanta ponerles el «eyeliner» muy pero que muy largo, los puntos bajo los ojos, las mejillas sonrosadas y labios rojizos. Siempre se repite en mis cuadros, incluso cuando he pintado hombres hago lo mismo, ¡me encanta como queda!
C: A la hora de elegir unos colores u otros para realizar tus dibujos, ¿hay algunos que prefieres por encima de otros?
Celia: ¡Por supuesto! Para mí hay colores que me hablan por sí solos, que necesito de una manera u otra que aparezcan en el cuadro. Es un sentimiento complicado de explicar, parece que los colores me hablasen. Pero es como una necesidad de plasmar algo a través de un color. El rosa siempre está presente en mis cuadros, el azul verdoso, el amarillo o el esmeralda. Son puntos que sí o sí necesito tener en un cuadro para sentirlo mío.
C: Como joven artista, ¿cómo ves el futuro del mundo del arte? ¿Crees que la gente joven consumirá en un futuro este arte o más bien se decantará por la impresión de obras de una forma ilegal?
Celia: Los jóvenes debemos aprender a valorar el arte, es algo que se aprende, que se educa. Conozco mucha gente que no entiende por qué se debe pagar por el arte, ya no sólo obras pictóricas sino entrar a un museo, acceder a una galería, un disco, un concierto, ¿la cultura no es de todos? Sí, pero la cultura nace de algún lado y a esa persona que crea cultura y arte ha de ser pagada como cualquier otro profesional. Y esto hay que educarlo en las personas jóvenes que son las que en un futuro quieran comprar arte.
Yo creo que según maduras te planteas estas cosas, y te planteas pagar por tener una obra en casa, una lámina en calidad en casa, no forras las paredes con fotocopias. ¡O eso quiero creer! Yo confío, tengo fe en la gente joven (¡como si yo no lo fuera!) pero de verdad, tengo fe.
C: Si tuvieras que elegir a algunos artistas que te han seguido e inspirado siempre, ¿quiénes serían?
Celia: ¡Uf! Me han inspirado tantos, pero por poner algunos de los más importantes serían Van Gogh, Berthe Morisot, Basquiat y Lautrec ¡Es un mix muy diferente! Pero cada uno de ellos me ha inspirado en un modo y ha cambiado mi arte totalmente.
C: Y por último, ¿con qué mirada, a través de tus dibujos, te identificarías ahora mismo?
Celia: Ahora mismo me siento 100% identificada con mi cuadro de Flora, lleno de flores, vida e inspiración. Estoy en un punto de máxima inspiración donde sólo quiero crear, crear y crear. Creo que es el cuadro que más me identifica ahora mismo: