‘Los Farsantes’: un texto magnifico en manos de un reparto de lujo

‘Los Farsantes’, del último premio nacional de Dramaturgia Pablo Remón, ha agotado entradas en el Teatro Valle-Inclán de Madrid.

El pasado 29 de abril se estrenó la última obra de Pablo Remón: Los Farsantes. Estará en el Teatro Valle-Inclán hasta el 12 de junio, pero las entradas llevan semanas agotadas. La buena noticia es que girarán por España próximamente y bueno, nunca se sabe… quizás el Centro dramático Nacional les vuelva a hacer un hueco en algún momento.

La obra es una sátira moderna del artisteo. Una comedia llena de sorpresas y con un ritmo frenético que se centra en el mundo del cine y el teatro, en el que parece que no hay línea de separación entre lo personal y lo profesional. . Dos historias paralelas pero conectadas obnubilan durante dos horas y media al público del Teatro Valle-Inclán.

Por un lado, Ana, hija de un cineasta alabado en el gremio, lucha por ser una actriz de éxito. Con el fantasma de su padre siempre presente, vivimos con ella las inseguridades, los sacrificios y las frustraciones que conlleva su gran sueño. Por otro lado, Diego es un director de películas comerciales al que no le va nada mal. Pero un accidente de avión le hace replantearse por completo su obra, su mirada y el significado del éxito y el fracaso.

Decenas de personajes entran y salen de las tablas en el remolino de fábulas que conforman Los Farsantes. Un relato con tintes cinematográficos en el que, con un lenguaje muy particular, se rompe la cuarta pared. Encontramos referencias muy peculiares. Como el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, el suicidio de Sarah Kane, la gala de los premios Goya, una Dorothy hasta arriba de ketamina o incluso un crítico de cine de tan solo seis años demasiado gracioso.

Cabe destacar el trabajo impoluto del equipo de iluminación y escenografía que han creado las combinaciones ambientales perfectas que dan sentido a la obra. Y por supuesto al magnífico reparto. Barbara Lennie, Javier Cámara, Francesco Carril y Nuria Mencía explotan al máximo su potencial cómico y no tan cómico a las órdenes de Pablo Remón.

La vida es una farsa 

El brillante monólogo con el que Bárbara Lennie abre la obra ya introduce el debate de Los Farsantes. ¿Vivimos como lo que somos o como lo que representamos? ¿somos dueños de nuestros sueños? ¿la vida es una gran obra de teatro en la que todos tenemos un papel? «Todos tenemos una parte farsante de verdad», opina Remón. Y es que esto ya lo puso sobre la mesa, o mejor dicho sobre el escenario, Lope con Lo Fingido Verdadero.

El autor también reflexiona sobre la autoría, la creatividad, el s’indrome del impostor, la inspiración y lo novedoso. ¿Es verdad que la creación no existe porque ya todo está inventado? Esta es su respuesta: «Crear no es partir de la nada. Sino mezclar lo vivido, lo leído, lo soñado y liberarse de esa presión de tener que hacer algo nuevo y distinto porque todo se ha dicho ya. Y cuando te pones a escribir, te preguntas desde dónde escribes y qué necesidad hay en tu obra y, obviamente, no hay ninguna».

Ficha técnica de Los Farsantes