Protagonizada por Leighton Meester la película nos hace dudar de todos los personajes, pero apenas y siembra pistas para culpar al responsable final.

El jueves pasado se estrenó en Netflix, Fin de Semana en Croacia, una película dirigida por Kim Farrant, y protagonizada por Leighton Meester. Esta última famosa por interpretar a Blair Waldorf en Gossip Girl.

Aunque la película fue poco promocionada por Netflix, a mí en lo particular con su tráiler me llamó la atención por dos cosas. El protagonismo de Meester, quien no hacía películas desde el 2015, y el género de la historia, suspense. Un género al cual es difícil resistirme.

La película basada en el best seller de la escritora y guionista Sarah Alderson, sigue a Beth (Leighton Meester), quien se va de vacaciones a Croacia con su mejor amiga Kate (Christina Wolfe), tras el divorcio de esta última. Pero las cosas se ponen turbias cuando tras una noche de fiesta, sexo, drogas y alcohol, Kate desaparece y Beth decide investigar qué pasó con ella.

 

Pistas versus desconfianza

Las películas de suspense que van de crímenes como Fin de Semana en Croacia, suelen integrar a su narración diferente elementos para crear la sensación de tensión característica de este género. Algunos de estos elementos son las pistas que se van dejando caer a lo largo de la historia para que el espectador poco a poco descubra quien es el criminal. Y la siembra de desconfianza en los diferentes participantes de la historia.

En el caso de Fin de Semana en Croacia, solo se siembra una pista inconexa que vemos al principio de la película, pero de la cual no sabemos nada hasta los quince últimos minutos de esta. En cambio, se nos hace sospechar de todo aquel que se cruce con Beth. Desde el ex marido de Kate, hasta el taxista que lleva a Beth a todas partes. El policía hombre, los acompañantes remunerados que contrata Kate, el marido de Beth, y el dueño del Airbnb donde se hospedan Beth y Kate

 

 

Interesante es que todos los sospechosos excepto Beth, y la misma víctima sean hombres. Nunca se nos hace sospechar por ejemplo de la mujer policía que está ayudando a investigar el caso.

 Parece que el objetivo de la película (dentro de esta misma lo dicen), es que desconfiemos de todo el mundo, aunque sin fundamentos claros. La falta de pistas nos lleva a sospechar de los hombres que se cruzan con Beth por sus reacciones ante ella, más que por sus acciones. Y en el caso en que se dan las acciones, estas no se siembran desde un principio si no un par de minutos antes de revelarse.  

Al final el asesinato cometido no es lo que parece ser, lo que invalida la tensión que se genera en torno a todos los personajes y a la historia.  

 

Un final alternativo

Advertencia: Este punto del artículo puede contener spoilers

Una de las cosas que a mí en particular me chocó de la película fue su doble final. Sin haber leído el libro, siento que la historia podría haber terminado con el primer ‘verdadero’ culpable del asesinato. Su móvil para asesinar a Kate parecía tener mucho más sentido e impacto que el del verdadero culpable.

Repito, quizás estoy creando una historia diferente al no leer el libro, pero en lo particular hubiera hecho que el primer culpable se quedara como el culpable definitivo, y lo hubiera hecho enfrentar sus cargos por sus delitos anteriores. Dándole más peso así también a las desapariciones de las otras chicas que se ven en el tablón de la comisaría.

 

 

Otra opción era darle mucho más peso al ‘culpable’ real de esta historia, dándole un verdadero motivo para asesinar a Kate y sembrando más pistas sobre él, de manera sutil a lo largo de la película. Pero al solo sembrar la pista inconexa al principio de la película y luego descubrirla de nuevo en los últimos quince minutos de está, da la sensación de que el espectador ha sido engañado, y no de buena manera. Lo que crea desconfianza en la historia como tal.

 

Lo que dice la audiencia

La actuación de Leighton Meester salva la película, con una interpretación que quizás no estamos acostumbrado a ver en ella. En esta ocasión interpreta a una madre bastante inocente, pero dispuesta a investigar hasta el fondo que paso con su amiga. La interpretación de la angustia, el miedo y la determinación son emociones que Leighton integra perfectamente a su personaje.

La audiencia en general ha puntuado Fin de Semana en Croacia en un punto medio (5,5/10 en IMDB, 53% en Rotten Tomatoes y 2,5/5 en Lettterboxd), criticando sobre todo la adaptación del libro a la película. Algo peculiar ya que el guion fue escrito por la misma novelista. Además, al contrario de la película, el libro esta puntuado con casi la mayoría de los puntos: 4/5 en Goodread y en Amazon. 

 

 

En conclusión, la película se puede ver, pero sin crearse altas expectativas. Si te gusta el suspense, pero no quieres algo demasiado enredado, Fin de Semana en Croacia está bien para pasar el rato.