Palmera de Plata de la 36 Mostra de Valencia, Le monde aprés nous ofrece una mirada sensible y actual sobre los escollos de los jóvenes.
Le monde aprés nous es la opera prima del director francés Louda Ben Salah-Cazanas. En una entrevista para Cineuropa, Louda confesó que, al mismo tiempo que se enteraba de que su película había sido seleccionada en el Festival de Berlín, conseguía un trabajo en el Leroy Merlín. «Mis padres se alegraron más por el trabajo», concluyó. Esta anécdota personal describe a la perfección la razón de ser de Le monde aprés nous.
Trabajar y estudiar al mismo tiempo, perseguir un sueño y tener que pagar el alquiler o manejar su relación amorosa son algunas de los escollos que el entrañable Labidi (Aurélien Gabrielli) tiene que afrontar.
El protagonista malvive en un diminuto piso con su amigo Alekseï (Léon Cunha Da Costa), estudia en la universidad y trabaja como repartidor en Deliveroo para subsistir. Su gran ilusión es ser escritor y tras ganar un concurso de novelas, su sueño parece estar más cerca que nunca. Pronto se enamora de Élisa (Louise Chevillotte), y para vivir con ella le toca inventarse nuevas formas de subsanar su cuenta bancaria.
Este drama romántico de Louda Ben Salah-Cazanas es sin duda un retrato simple, veraz y muy sensible de lo que ocurre en cualquier metrópoli del mundo. Todos somos Labidi, a todos nos cuesta encontrar nuestro lugar en esta sociedad marcada por los alquileres inaudibles y los trabajos precarios. Y en esta realidad en la que el dinero es lo primero y el ritmo de vida es agotador ¿qué es lo que nos salva de la continua tentación de renunciar?
«Por tratar con mucha honestidad las relaciones íntimas, imprimiendo una carga poética en apariencia ligera y, en cambio, cargada de complejidad», el jurado de la 36 Mostra de Valencia le ha concedido la Palmera de Plata.