Las llamas ponen el punto y final un año más a las fiestas valencianas por excelencia.
Bajo gotas de lluvia que amenazaban la noche mágica de la “cremà”, anoche los valencianos dejamos atrás los días más marcados de nuestro calendario, las fallas. Cinco días, más otros tantos por delante, desde que la Crida diera el pistoletazo de salida a nuestra fiesta. Días, en los que Valencia se convierte como cada año en capital del arte, de la pólvora y, de los churros y buñuelos con chocolate. El fuego encendiendo los días, y las bandas de música poniendo el tono a unas fiestas muy especiales.
En cada calle prácticamente un monumento y, en cada monumento una historia que contar. Días de trabajo, ilusión, orgullo y arte, mucho arte.
Hoy en Coolturize, repasamos los datos y temas más relevantes de estas fiestas Valencianas.
La mujer, como imagen fallera
Muchas han sido las fallas que con un poder extra por poder visibilizar ciertos temas, han apostado por reivindicar a favor de la lucha feminista en sus monumentos, bien con la simbología de la lucha por la igualdad, o bien haciendo protagonistas de estos a mujeres, como ha podido ser el caso de la falla municipal de la ciudad de Valencia o el de la comisión de Almirante Cadarso-Conde Altea, de la cual destaca el reconocimiento que han realizado a la mujer. Aquí, se retrataron a los iconos de mujeres famosas haciendo un llamamiento a la rotura de los techos laborales que nos separan por géneros. Un paso más por la igualdad a la que la ciudad de Valencia, se une diariamente.
Teniendo en cuenta de que a lo largo del mes de fallero tiene lugar el día de la mujer, a la manifestación celebrada en la capital del Turia como en muchas otras ciudades se le une el disparo un año más de una mascletà teñida en morado, de la mano de la pirotécnica Reyes Martí.
Otra de las imágenes más representativas de la mujer en estas fechas, era sin duda la protagonista de la falla municipal del ayuntamiento o de fallas como Sevilla-Dénia.
Una nit del foc histórica
La nit del foc del pasado lunes 18 de marzo, sin duda quedará para la historia. La luz de los fuegos artificiales iluminó prácticamente toda la ciudad de valencia durante más de veinte minutos. Un acto multitudinario que congregó a miles de personas en el antiguo cauce del rio Turía.
Las multitudinarias mascletàs
Tal y como marca la tradición, cada día a las 14.00 horas desde la plaza del ayuntamiento, la ciudad se quedaba en silencio y se daba paso a la mascletà. Este año sin duda ha sido el año en que más multitud se ha congregado en este espectáculo.
En contraste a todas estos titulares, es necesario tener en cuenta la otra cara de la moneda.
30 grados en marzo
En lo meteorológico, este año han sido una de las fallas más estables de los últimos años, sin apenas rastro de lluvia y viento hasta el último momento, y con temperaturas rozando los 30 grados, cayendo al final a los 17.
Pero, aún habiendo disfrutado del sol en la capital del mediterráneo, sabemos que esos 30 grados, ahora mismo a punto de entrar en la primavera, no nos deberían pertenecer.
Como un cenicero
Otro de los temas de esta cara b es sin duda la producción de cenizas durante esta última noche, aumentando el efecto un un 11,5% (el efecto de la lluvia se estima en alrededor de un 20/25%) respecto a las fiestas del año pasado. Se aproximan haberse recogido 2.446 toneladas de cenizas.
Los restos de la fiesta
Además de las cenizas, uno de los datos más significativos de todos los años, viene de la mano de la limpieza y recogida de residuos, la cual este año a pesar de haber incrementado su forma selectiva, es decir, llevándose a cabo una recogida separada de residuos en la medida de lo posible para facilitar su reciclaje, se podían encontrar toneladas y toneladas de basura de parte a parte de la ciudad.
El aumento de las papeleras en la ciudad de Valencia durante estos días y la puesta en marcha de la campaña de concienciación de reciclaje como Ara pots pujar el Reciclatge, en la que pude participar, han servido para abalar en parte una participación que ha contribuido en un pequeño, pero necesario porcentaje a reducir el número de residuos. Apostamos por unas fallas en el 2020 más concienciadas en este tema que nos permitan disfrutar de unas fallas libres de residuos.
Este año, ha sido el segundo de unas fallas como patrimonio de la humanidad, y eso unido al tiempo que acompañaba estos días a la ciudad de Valencia, han hecho que se convierta una vez más en el destino por excelencia de cientos y miles de turístas, que en busca de alejarse de la rutina se encuentran con la tradición de una comunidad, como la valenciana, que pone todo su corazón en estas fiestas.
Ahora los ojos puestos en las fallas 2020.