Calidad artística, reflexiones sociales, creatividad, innovación y mucho talento han protagonizado la 34 edición de Dansa València
La 34 edición de Dansa València se ha celebrado del 10 al 18 de abril. Los teatros y museos de la capital del Turia han acogido a 25 compañías de toda España para conectar a los ciudadanos con el quinto arte.
“El público necesita respirar danza, el sector necesita mostrar sus propuestas y nosotros tenemos como prioridad hacer todo eso posible”, exponía Raquel Tamarit, secretaria autonómica de cultura y deporte, en la inauguración del festival.
El baile es un arte vivo y con el paso del tiempo ha evolucionado, se ha transformado y se ha adaptado a las nuevas formas de expresión y a las renovadas inquietudes de los artistas. Sin embargo, parece que en el ideario común se sigue concibiendo como un mundo enigmático y poco accesible. “La gente no se acerca a la danza por miedo, porque parece un lenguaje abstracto. Pero todo lo contrario”, explica la directora artística María José Mora. Y no le falta razón.
Todos podemos empatizar con las emociones que se expresan a través del movimiento, la música y el espacio escénico, cada uno a su manera. Solo tenemos que experimentar, investigar y probar para encontrar lo que más nos llena o entretiene. Porque como todas las disciplinas, tiene infinitas formas y estilos y no tienen por qué gustarnos todos.
Proyectos como este nos brindan la oportunidad de disfrutar del grandísimo talento de los creadores y descubrir nuevos horizontes.
Dansa València es el escaparate de lo que está ocurriendo en la creación contemporánea estatal y en uno de los años más complicados, se ha llenado de propuestas innovadoras y profundas. Ha contado con 34 representaciones, cuatro de las cuales estrenos absolutos y cuatro premios nacionales.
ESPACIOS INSÓLITOS
Los ocho espectáculos del ciclo ‘Moviments Urbans’ se han representado en el Museo de bellas artes y en los claustros del Carmen. Federica Porello al son de preludios y fugas barrocas en la pieza ‘Bach’ o TangenBenzal y sus reflexiones sobre las relaciones sociales en ‘Carretería’ son solo algunos de los que han aceptado este reto. El de interpretar en lugares no convencionales, más cercanos al espectador y que suscitan una mirada diferente. Y ha sido todo un éxito.
DANZA INCLUSIVA
Uno de los estrenos absolutos en Dansa València ha sido ‘Soledad’: intergeneracional, multicultural y lleno de estremecedoras historias reales. Mayores usuarios del programa ‘Hogares Compartidos’ y jóvenes ex tutelados en proceso de emancipación se han unido a profesionales de la compañía valenciana Titoyaya Dansa para dar vida a esta obra. Sus testimonios son realmente potentes y comparten sus vivencias a través de la expresividad física de la forma más sincera.
La soledad, el abandono, la explotación, la violencia, la melancolía están continuamente presentes, aunque siempre con un trasfondo de esperanza muy tierno.
FUERTES Y UNIDAS
Las mujeres han sido las grandes protagonistas el ciclo ‘Danseta’. ‘Rebelión’ es una relectura del clásico de George Orwell en el que cinco obreras se alzan contra la explotación de la fábrica en la que trabajan. Y ‘El cuento de Persépolis’ indaga figuras femeninas. En ambas prima el compañerismo para conseguir todo lo que se proponen. Pero sobretodo, ambas son para público infantil. Desde luego un modo maravilloso para difundir los valores de igualdad entre los más jóvenes y reeducar a la sociedad.
Por otro lado, Ana, Belén, Marta y María de Mucha Muchacha reinterpretan la danza española y contraponen lo tradicional con lo contemporáneo. Su enérgico ‘Volumen 1’ es un gran rito de la empoderación femenina.
EMOCIONES DEL PRESENTE
Vivimos un momento muy duro y por eso Dansa València ha decidido dar espacio a las fobias, las inseguridades y el vacío que lo caracterizan. “No hay descanso para el movimiento que quiere expresar el dolor, la belleza y el compromiso con la realidad que experimentamos”, explica María José Mora.
Se plasma en:
- ‘Kenophobia’, donde los intérpretes comparten sus mayores temores
- ‘Hito’, que explora los posibilidades ante la pérdida
- ‘Spiritual Boyfriends’ con el análisis de Núria Guiu sobre las consecuencias de una humanidad hiperconectada
- la actualización de la icónica ‘Giselle’ del colectivo Kor’sia que aborda el desamor en nuestros días
- ‘Filia et Fobia’ que ha sido la imagen del cartel de este año.
NO ES LO MISMO VERLO QUE VIVIRLO
En su afán de involucrar al público, Dansa València también ha organizado talleres para estudiantes, presentaciones de libros, jornadas de intercambio de experiencias, coloquios, proyecciones audiovisuales. Una larga lista de actividades accesibles a todos y gratuitas para fomentar la participación activa.
