temporada 3 atípico
Esta temporada 3 de Atípico va a estar cargada de risas, retos y momentos emotivos.

La tercera temporada de Atípico se estrenó el pasado 1 de noviembre en Netflix. La plataforma sacó a la luz 10 nuevos episodios sobre la «atípica» vida de Sam y su familia. Ya desde el primer episodio, Netflix nos promete que esta temporada 3 de Atípico va a estar cargada de risas, retos y momentos emotivos.

A lo largo de este artículo vamos a hacer referencia a momentos clave de esta tercera temporada, por lo que si no la has visto todavía,  especialmente las temporadas anteriores, puede que te encuentres algún spoiler si sigues leyendo.

 

Más allá de Sam

A  pesar de que en las anteriores temporadas Sam nunca fue el único eje de la serie, en esta tercera temporada los guionistas nos han permitido profundizar un poco más en la vida de aquellos que acompañan al protagonista en su día a día. En algunas ocasiones, Sam parece haber sido desplazado a un segundo plano para que los espectadores podamos atender a la relación de sus padres o al triángulo amoroso de su hermana.

También nos permite conocer un poco más de Zahid y Paige, aunque no profundiza tanto en ellos. Zahid es el compañero de trabajo y mejor amigo de Sam y ambos comienzan a la vez la universidad. En esta ocasión, los dos amigos sufrirán su primera pelea, a pesar de que Sam no termine de entender lo que significa que se haya roto la amistad. Para él, el valor de una promesa vale mucho más que cualquier enfado.

En cuanto a Paige, la novia de Sam, descubrimos una nueva faceta de ella. En las anteriores temporadas conocimos a la Paige organizada y que tiene  toda su vida calculada al milímetro. Sin embargo, la incapacidad para adaptarse al mundo universitario  rompe sus esquemas y nos permite ver una Paige más vulnerable y perdida.

Nuevos cambios y retos

Esta tercera temporada comienza donde lo dejó la segunda: la fiesta de graduación de Sam. Tras el verano, Sam se enfrenta a uno de los retos más importantes de su vida, la universidad. El protagonista debe iniciar esta nueva etapa con una cifra en su cabeza: 4 de cada 5 autistas no consiguen graduarse. Esta nueva situación en su vida, unida a la sensación de estar abocado al fracaso, nos regala, tal y como acostumbra a hacer la serie, muchos momentos emotivos y otros tantos momentos divertidos.

Ahora bien, como ya hemos dicho, esta temporada el relato va mucho más allá de Sam. Casey, su hermana, debe tomar una decisión muy dura: si continuar su relación con Evan o dejarse llevar e iniciar otra con Izzie, su mejor amiga. Una vez que Casey se decide finalmente por Izzie, se encuentra con que no todo es tan bonito como lo era con Evan. Izzie no ayuda nada a la estabilidad emocional de Casey y esto le acaba pasando factura a la adolescente.

Si bien en las temporadas anteriores Sam parecía tener el monopolio de los momentos emotivos, esta tercera entrega ha sido Casey quien ha regalado a los espectadores los momentos más duros. La adolescente de 16 años se enfrenta a los mismos problemas que muchos otros jóvenes de su edad. Esto unido a que la adolescencia es una etapa de cambios emocionales, acaba haciendo que la hermana del protagonista sea la que haga llorar a los espectadores en esta ocasión.

Al terminar la temporada, todos los fans han tenido la misma sensación y a sus cabezas han venido las mismas preguntas: ¿y ahora qué?, ¿hay cuarta temporada? A pesar de que Netflix todavía no ha confirmado una cuarta entrega, todo parece apuntar a que sí la habrá.