Eva McBel estrenará su primer LP I’m Glad You Happened este septiembre. La cantante no concibe desvincular su música de contar historias, y por ello divide sus dobles sencillos en tres volúmenes. El primero pone el foco en comprender nuestros orígenes y aceptar nuestro entorno, mientras que, en el segundo nos abraza con dos cartas de amor propio. Por último escuchamos una fiesta un tanto diferente a los que acostumbramos, y es que la artista celebra el lograr enfadarse, el conseguir «mandar a la gente a la mierda».

Eva Mcbel

En esta entrevista tenemos el placer de conocerla un poco más, entender el trasfondo de sus temas, valorar el trabajo de los artistas emergentes e incluso saber con el himno de qué partido político tiene pesadillas…

Coolturize: Cuál fue tu primer contacto con la música

Eva: Cuando era muy pequeña me regalaron un casete con un micrófono y una cinta de villancicos. Lo utilizaba tanto que mi familia me lo escondió para que en verano parase de cantar Los Peces En El Río. Fue ahí el inicio, cuando realmente descubrí qué era la música y cantar.

Ya profesionalmente, digamos, hace tres años en el momento que me mudé a Madrid, entonces ya me puse en serio. Pero sin duda ¿cuándo tuve contacto con la música por primera vez? Con los villancicos.

Respecto a que la mayoría de tu repertorio sea en inglés ¿es por algo en especial?

Es simplemente un lenguaje que aprendes, porque tú haces canciones porque escuchas canciones; si tú escuchas canciones en inglés lo natural es que te salgan canciones en inglés. Entonces, como yo siempre he escuchado muchísima música en ese idioma al final es lo que aprendes y lo que acabas reproduciendo, inconscientemente.

Aun así, a veces compongo en español, de hecho, en el disco que estoy sacando hay dos canciones en español, pero no es una cosa que me pase a menudo.

Cantar en inglés te ha llevado a que algunos de tus temas aparezcan en una serie australiana o se escuchen en la radio estadounidense ¿cómo te sientes al saber que tu música se escucha y aprecia en diferentes rincones del mundo?

Es muy raro y loco. Muy bien a la vez, o sea, estoy muy contenta de poder verlo. Porque además puedo entrar en el Spotify for Artist y de repente decir “qué hace una persona escuchándome en Nicaragua” es muy divertido.

También por ejemplo, mi tema The Top salió en élite -lo que le dio muchísima promoción- y un coreógrafo famoso sacó un baile con mi canción, que ha supuesto que un montón de bailarines la hagan y suban a sus redes sociales. Es que me parece loquísimo que haya humanos en el mundo bailando mi canción.

Con este nuevo álbum estás patrocinando tu música a través de dobles sencillos ¿Cómo llegas a esta idea tan distinta a lo que estamos acostumbrados?

Hay una cosa muy importante cuando una es artista y es: aprenderse las reglas del juego. No es que estén establecidas como tal, pero sí las hay. Es decir, ahora se sacan singles todo el rato, y a mí hay algo en ellos que me chirría un poco.

Yo entiendo que es un producto y que tengo que comer, pero estoy haciendo canciones, y son historias, y sacarlas por sacarlas -sin un hilo conductor- me lleva a pensar que estamos en un punto en el que la música no cuenta gran cosa. Así que decidí darle importancia a la historia: al cómo han surgido, qué hay detrás… Para mí es esencial la idea sonora que te crea en la cabeza según las escuchas: las texturas, por dónde te llegan los sonidos, cómo está puesta mi voz, etc. soy un poco friki para esas cosas. Entonces, me parecía importante sacarlo de una manera que respetase a la historia y a la canción.

Hablándolo con mi distribuidora Altafonte me propusieron que las sacase de dos en dos y me pareció buena idea. Al meterme en el estudio me di cuenta de que había un nexo común cada dos canciones, por eso cada dos hay un tema y mantienen la historia que quiero contar.

Entendemos que estas historias son autobiográficas, pero incluso cuando hablas de pintar sobre el color de tu pared ¿también está basado en tu experiencia personal o es una metáfora?

Es absolutamente historia real. A los tres días de mudarme a Madrid le dije a mi madre “mamá, tengo que pintar mi cuarto” y claro, a señora me mira en plan qué he hecho yo para merecer a esta persona como hija jajaja. Las pinté porque eran de color verde pistacho fosforito, o sea, horrorosamente mal, y pensé: si me voy de esta habitación ahora y cuando vuelva probablemente tenga otra cabeza -porque las experiencias que viviré me habrán explotado mi pequeña cabeza- no puedo volver a un lugar que ya no me representa. Quería mantener un poco de mi yo presente. Con lo cual necesitaba pintar las paredes, dejar lo que yo había dejado hasta ese momento ahí. Me pareció una buena metáfora: quedarte lo que has vivido para ti, aprender de ello, y guardarlo. Fue como mi manera de guardar mi infancia.

 

 

En el vol.III sin embargo encontramos un cambio de ritmo, la canción Enough With The Drama nos da a conocer a una Eva cabreada ¿Cómo das ese giro?

Mira, soy una persona que nunca se enfada, entiendo casi todo, si tú me dices “te hice daño en este momento por x” yo te digo okey. Puedo poner distancia, pero no me enfado, no grito, pero hay un problema ahí, y es que la ira te sirve para alejarte. Yo hubo un momento de mi vida que necesitaba alejarme de una persona y no podía porque me amparaba en el “vale lo entiendo”. Y no, hay que enfadarse y mandar a la mierda. Por eso para mí es una canción divertida, con la que quiero transmitir que enfadarse está bien, que es buenísimo para la salud, que hay que hacerlo más. La producción ha captado muy bien lo que quería expresar y me lo he pasado muy bien grabándolo.

Justamente en el videoclip estás rodeada de amigas pasándotelo genial en una fiesta en casa ¿Es ésta una celebración por haber logrado enfadarte?

Absolutamente. Es una fiesta por conseguir enfadarme y mandar a la gente a la mierda. Así que esta canción es para todo el mundo que no se sabe enfadar.

Y hablando de cosas que enfadan ¿hay alguna canción que digas ojalá no hubiese existido nunca?

Pues me pasa una cosa con el himno del PP, que puedo estar días y días y días escuchándolo en mi cabeza y pensando: a quién se le ha ocurrido esta mierda, o sea muy buen trabajo por su parte, pero por favor déjame en paz jajaja. O sea, es que si mis ideales fueran parecidos digo “venga a tope” pero es que no. Y ahora que lo he dicho está en mi cabeza y lo estará para el resto de la semana, gracias jajaja.

Volviendo a tu música, el 2 de julio diste un concierto en el Jardín de Invierno en Zaragoza ¿Cómo lo viviste?

Has ido a preguntar probablemente por el peor concierto de mi vida y lo voy a decir así, porque ocurrió así. Creo que es importante tratar bien a los artistas aunque seamos emergentes, y no minusvalorar el trabajo y esfuerzo que hay detrás de nuestros proyectos.  De hecho, teniendo en cuenta que detrás hay mucho menos apoyo económico se nos debería tratar mejor en plan: “venga, chavales, a tope”.

Por desgracia muchas veces con lo que nos encontramos más bien es “a estos que llevan aquí cuatro días les podemos putear un poco” entonces diré que mi experiencia no fue genial en ese bolo. Pero el público fue increíble, nos acogió muchísimo a pesar de todas las dificultades, los técnicos de sonido también… Los humanos que estaban alrededor ese día fueron maravillosos y me quedo con eso. Pero ojalá poder hacer un directo pronto y quitarme la espinita. Poder estar a gusto en el escenario, bailar, cantar, saltar, todo eso que se hace.

Y dónde sueñas con hacer un directo

Pues me gustaría muchísimo en el Circo Price. Son sueños que intentaré que se hagan realidad en algún momento, no sé, igual en cinco años. Vi a Morgan hace dos años y me pareció increíble la atmósfera que creaba el propio lugar, además de ellos que son increíbles.

En septiembre saldrá tu nuevo disco ¿estás nerviosa por cómo puede ser recibido?

Es una cosa de la que me intento desligar un poco, porque al fin y al cabo he hecho mi trabajo, he dado mi 100%, hemos pasado muchísimas horas trabajando en el estudio… Entonces estoy muy satisfecha con el curro, y al saber que no puedo controlar la reacción de la gente pues mira, yo lo doy y que sea lo que tenga que ser.

Que lo escuchan tres personas: las tres mejores personas del mundo. Que lo escuchen tres millones de personas: las tres millones mejores personas del mundo. Intento pensarlo poco porque al no poderlo controlar puede ser peligroso para mi salud mental.

Has colaborado con Club del Río ¿Hay alguien más con quien te haría ilusión sacar un tema?

¿Cerca o me tiro un triple? Si es triple, me encantaría, me encantaría, me encantaría hacer algo con Labrinth. Es el que ha hecho la BSO de Euphoria y tiene muchísimos temas increíbles. Además los produce él también.

Y luego del panorama hay un chico que se llama Henry Semler que está trabajando con los mismos productores con los que he hecho el disco. Está haciendo cosas muy interesantes. No se lo he dicho en ningún momento, pero me parece una persona con mucho talento.

Y en cuanto a artistas emergentes ¿Podrías recomendarnos tres?

María Yfeu es una de las personas con más talento con las que he tenido la suerte de estar en el mismo espacio.

Cristina Len que acaba de sacar una canción que se llama Lamento y es increíble.

Y luego, María de la Flor que acaba de sacar un disco con un cuarteto de cuerdas y me parece complicadísimo. Lo ha hecho con un gusto exquisito y me parece de mínimo valorar que alguien en este momento de la vida haya arriesgado por algo tan crudo y bonito.

Para despedirnos ¿qué le diría Eva Mcbel a alguien que está empezando en la música?

¿Seguro que no te gusta otra cosa? Es broma jajaja. Intento no romantizar esta profesión porque es muy dura, tienes que sacrificar tú tiempo, tu dinero y no hay instrucciones. No es que hagas la carrera, luego prácticas, después un máster y después trabajar. Aquí no. Aquí te vas inventando las reglas mientras hay un montón de gente que te va diciendo cómo son, sin saberlas ellos tampoco.

Creo que ningún artista decide serlo, es tal el nivel de sacrificio que probablemente nunca escogieses esa opción. Sin embargo, hay algo en las personas que creamos cosas, que nos empuja a hacerlo y que no vemos otra cosa que hacer. Es una decisión entre muchas comillas porque pienso que no lo hacemos conscientemente. Con lo cual: ánimo, rodéate de gente que te apoye y sobre todo gente que te inspire a ser mejor y a seguir currando, es lo único que puedes hacer.

Vol.II I’m Glad You Happened. Eva Mcbel