Nunuka: lo mejor de la gastronomía georgiana en Madrid

Además de buscar el restaurante que mejor haga la carbonara, otra de mis pasiones es descubrir nuevas gastronomías y conocer más en profundidad diferentes culturas a través de su cocina. Una de ellas ha sido recientemente la comida georgiana, la cual no había probado nunca y tampoco sabía decir un plato representativo del país. Para viajar hasta Georgia sin salir de Madrid, nos fuimos a Nunuka, el bistró de Georgia, uno de los pocos restaurantes tradicionales que hay en la ciudad y, sin duda alguna, el mejor para adentrarte en esta cultura que, probablemente, no conozcas.

Comenzaba la velada en Nunuka, en un espacio recogido pero muy aprovechado y muy especialmente decorado, nos pareció muy bonito. Al llegar, pedimos bebidas. Yo quería vino y solo cuentan con vino georgiano, lo que fue mucho mejor porque así probaba también el producto autóctono. No recuerdo como se llamaba el vino ni cuáles eran sus características, la verdad, pero estaba muy muy bueno. Intentaré comprar vino georgiano para la próxima ocasión porque merece la pena.

Pedidas las bebidas, empezaba el festín. Y empezaba muy fuerte, porque yo diría que el primer plato fue el segundo que más nos gustó o posiblemente el que más, estoy indeciso pero fue empezar muy fuerte. Se trataba del primer entrante, Badrijani nigvzit, berenjena rellena de pasta de nueces en salsa ligera de almendras y leche de coco, culminado con aceite de perejil. Fue un contraste de sabores súper refrescante que quizás, como digo, se merezca el mejor spot del podio.

Badrijani nigvzit. 15 euros.

Seguíamos con mucha fuerza porque en cuanto terminamos la elaboración de berenjena, vino el que se pelea con ella la primera posición. Se trata del Khinkali, uno de los platos más tradicionales de Georgia que consiste en masa rellena y cocida. En nuestro caso, pedimos solo dos unidades para probarlas y eran de carne picada y caldo, aunque está la opción de pedirlas de hongos y hierbas o de queso ricotta. Yo recomendaría las de carne picada, porque viene con un caldo que tiene un sabor potentísimo y sabrosísimo, aunque estoy seguro de que cualquiera estará deliciosa.

Khinkali de carne picada y caldo. 15 euros.

Pese a que habíamos empezado con los platos más fuertes, el nivel no fue decreciendo, ya que después vino el plato más instagrameable de todos: Khachapuri. Se trata de el plato georgiano por excelencia y consiste en un pan horneado relleno de queso y, en nuestro caso que escogimos el Adjaruli, con una yema de huevo. La experiencia de ir cogiendo trozos del propio pan y cogiendo el queso de dentro al estilo fondue fue muy interesante y encima el pan estaba perfectamente horneado y crujiente. Este plato no puede faltar.

Nos íbamos acercando al final y llegaba el último plato salado. Difícil elección de platos porque queríamos probarlos todos, pero por recomendación del personal, el plato elegido para poner el punto final a los platos principales fue el Qababi georgiano, pinchos morunos de ternera a la parrilla sazonados con adjika, salsa de café, hojas verdes y cebolla encurtida sobre hojas de lechuga. Viene siendo algo así como el dürüm georgiano y estaba espectacular. La carne tenía un punto perfecto y estaba muy sabrosa por dentro, que contrastaba idealmente con el frescor y crujiente de la lechuga y la cebolla encurtida.

Qababi georgiano. 21 euros.

Ahora ya sí, tristemente, llegábamos al final del viaje. Pero no podíamos irnos sin probar algún postre tradicional, así que nos recomendaron la tarta de miel con nueces, un bizcocho con crujiente de almendra, dulce de leche y miel que recordaba a la carrot cake, pero quizás más dulce y con ese punto crujiente que siempre es agradable. Ya sabéis que mi parte menos preferida siempre son los postres, pero en esta ocasión disfrute como un niño de esta tarta. Es una tarta que además perfectamente podéis ir una tarde o una mañana de domingo y tomaros un café con un trozo.

Tarta de miel con nueces. 7 euros.

Como resumen final, diré que me sorprendió gratamente una cocina que desconocía totalmente, que presenta unas elaboraciones que mezclan la cultura europea y la asiática y no ha habido mejor lugar para  descubrirlo que Nunuka, donde tratan con el mayor mimo y el máximo respeto las recetas tradicionales de la gastronomía de Georgia. Totalmente recomendable.

 

Comida: 8

Trato del personal: 9,5

Ambiente: 7

Precio: 35 euros por persona

 Localización: 8,5

El Coolinario

No hay mayor expresión de amor que la cocina. La carbonara, sin nata y con mucho guanciale.