Tomavistas 2025: El indie ya no es underground, pero sigue molando
El indie ya no vive en garajes ni se graba en casetes chungos con cinta suelta. El indie ahora tiene rider técnico, fans que se saben las letras y festivales que suenan fuerte. Bienvenidos a Tomavistas 2025, la cita madrileña que vuelve del 29 al 31 de mayo con un cartel que grita: «Sí, esto es lo que está pasando en la música de verdad».
Este año el line-up está tan bien armado que no sabes si vas a bailar, llorar o subirlo todo a stories con subtítulos cool. Amaia —nuestra indie accidental favorita— encabeza una jornada inaugural que también trae a la reina del sur Mala Rodríguez, a la intensa (en el mejor sentido) María José Llergo, y a la no-tan-promesa Judeline, que ya va sobrando de talento, actitud y autotune bien puesto.
Pero lo más jugoso de Tomavistas no está solo en los nombres grandes, sino en la cantera que se ha hecho adulta a base de directos salvajes y letras que parecen memes existenciales. Hablamos de bandas como Biznaga, que están más afilados que nunca, o los ya consagrados Camellos, que siguen cantando al Madrid de birra caliente y sarcasmo generacional. Contando con un cierto seguro: Love of Lesbian.
Y sí, claro, también habrá espacio para lo internacional con Romy (de The xx), Kelly Lee Owens, y otras joyitas europeas, pero lo que de verdad nos emociona es que el indie patrio está más vivo que nunca. Ha dejado de ser ese primo raro del pop y se ha convertido en el colega con más estilo del grupo. El que tiene criterio, pero no te juzga si bailas con reggaetón triste.
Tomavistas, además, es un festival que no va solo de música. Va de pasearte por la Caja Mágica como si fuese el patio del colegio, reencontrarte con exs que ahora son fans de La Paloma, descubrir grupos de los que no habías oído hablar y que, sorpresa, son la bomba. Va de ropa cómoda pero pensada, de gafas de sol aunque esté nublado, y de bailar hasta altas horas de la noche..
¿Lo mejor? Que todo esto ocurre sin pretensiones de postureo forzado. Aquí lo importante es sonar bien y decir algo que merezca la pena. Y eso, en estos tiempos de playlists olvidables, se agradece.
Así que si te va lo alternativo, lo auténtico o simplemente tienes ganas de mover el esqueleto con buen gusto, Tomavistas 2025 es tu plan. Porque el indie ya no es solo una etiqueta, es una actitud. Y este año suena más alto que nunca.
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