Cuatro historias en las que todas las mujeres podemos sentirnos identificadas en la gran pantalla de Cinema Jove 2021.
Este junio de 2021 se ha celebrado la 36 edición de Cinema Jove, en el que más de 50 cortometrajes han concursado en la Sección Oficial, además de diez largometrajes y ocho webseries. Y un año más, el Festival Internacional de Cine de Valencia ha dado voz a las mujeres y ha proyectado muchas historias interesantes, entre las cuales he decidido compartir estas cuatro:
1. ¿Por qué a las mujeres nos preocupa tanto nuestro peso?
En el cortometraje de animación ‘My fat arse and I’ (‘Mi culo gordo y yo’), la placo-ucraniana Yelizabeta Pysnak aborda la obsesión de las mujeres con nuestro cuerpo de una forma valiente y representa lo que nos pasa por la cabeza de una manera muy gráfica. Y es que es ahí donde ocurre todo, en nuestra cabeza.
La protagonista de ‘Mi culo gordo y yo’ lucha contra el reflejo del espejo y los números de la báscula en una larga batalla contra la ansiedad, la presión social y la idealización de los cuerpos femeninos en el ‘Reino de los culos perfectos’. Las imágenes amarillas con lineamentos negros diseñadas por Yelizabetta escenifican ese conflicto interno a través de un humor negro nada ofensivo.
«Cuando estás tan concentrada en no comerte una galleta, al final te vas a comer 10. Aunque no quieras 10. Porque no las quieres, no las necesitas. Igual solo quieres media pero como te obsesionas con no comer ninguna al final te acabas comiendo muchas más. Yo he reconocido ese problema en mí misma y es difícil, me ha costado reírme de eso y darme cuenta de que es ridículo», confiesa la directora en su visita a Cinema Jove.
2. Merchandising de un violador
‘Just a Guy’ reune los testimonios reales de tres mujeres que tras el ingreso en prisión del asesino y violador Richard Ramírez, mantuvieron una relación epistolar con él. Tres mujeres y tres enfoques diferentes: Eva se enamoró de Richard; Sarah estaba en contacto con él más por temas sexuales; y Shoko, creadora de la película, estuvo involucrada por «curiosidad e inocencia». Hay más de un documental sobre este tema, pero todos se centran en la figura de los criminales, que se convirtieron en leyendas, y no en el punto de vista de las mujeres.
En este caso Shoko Hara se ha decantado por la animación porque «el amor puede ser precioso pero también muy oscuro, y hay emociones complejas que no se pueden capturar con una cámara». Además, así protege también a las mujeres que se han abierto en canal y han compartido este episodio de sus vidas. Aún así, las voces son las de las entrevistas originales y las muñecas imitan la imagen física de las protagonistas.
Lo mejor de este cortometraje es el nulo juicio que exprime la directora. Shoko se limita a exponer los hechos y las opiniones de las implicadas y eso es lo que más impacta. Porque es muy loco e incluso asqueroso para muchos, pero eso es lo que pasó.
Uno de los convencimientos comunes a muchas de las que lo idealizaron por ejemplo, era que Richard era un desastre natural. Por el duro embarazo de su madre no estaba destinado a nacer y por tanto lo que hizo no fue culpa suya, sino del destino. Y como todos arrimamos el hombro cuando hay un tsunami, así había que hacerlo también con él.
3. ¿Se puede heredar el dolor?
‘Retazos’ es el trabajo autobiográfico Alba Benlloch, en el que reflexiona sobre la violencia que se ejerce y se ha ejercido durante generaciones hacia el cuerpo de la mujer y la herencia del dolor de madres o incluso abuelas a hijas o nietas.
«Nunca esperas que personas tan cercanas te cuenten algo así, pero es mucho más común de lo que pensamos», observa la cineasta, que cree que compartiendo estas historias se puede ayudar a muchas mujeres a curar sus heridas. «Yo asumí lo que me había pasado cuando leí un artículo de una chica que contaba su experiencia», dice Alba.
4. El amor de una madre
En un día lluvioso, en un coche burdeos, una mujer decide enfrentarse a su destino, ¿conseguirá revelar su identidad?
Tommaso Acquarone explora en ‘I miei occhi’ (‘Mis ojos’) la maternidad con una sensibilidad muy femenina, que quizás ha desarrollado por haber crecido con su madre, dice. El guionista y director conecta a la experimentada actriz Ksenia Rappoport y el artista de calle Joao Farinha en un viaje en el que los cuerpos son los protagonistas.