A estas alturas es imposible no conocer el impacto mediático que tiene cada nueva entrada del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). Quedan menos de dos meses para que aterrice Vengadores: Endgame en taquilla, marcando el punto y final de la Fase Tres de este coloso entre colosos y cerrando el primer gran tomo de historias de Marvel Studios. Pero antes de esta nueva aventura de los Héroes más Poderosos de la Tierra llegará la primera película de este gran estudio protagonizada por una superheroína: Capitana Marvel.

La escena post-créditos de Vengadores: Infinity War mostraba el último esfuerzo de Nick Furia (interpretado por Samuel L. Jackson) para realizar una llamada de socorro. El aparato que dejaba caer el ex-director de S.H.I.E.L.D. reveló un símbolo azul y rojo con una estrella: era el escudo de una heroína en paradero desconocido que podría ser capaz de equilibrar la balanza en la última batalla. Este símbolo es el que Carol Danvers (Brie Larson) lleva en su uniforme de Capitana Marvel.

Su película está ambientada en los años noventa y relatará su origen e importancia dentro del UCM.

Brie Larson como Carol Danvers, AKA Capitana Marvel

No es la primera película con una superheroína protagonista, aunque sí lo sea dentro del UCM, ya que Wonder Woman fue una entrada notable en el universo cinematográfico de DC (que parecía estar en las últimas hasta que emergió Aquaman). Antes de la película de Gal Gadot podríamos rastrear ejemplos hasta Catwoman, Elektra y Supergirl hace ya tiempo, aunque fueron ejemplos más cuestionables en taquilla y crítica.

Las superheroínas protagonistas siempre han sido escasas, por lo que introducir un personaje femenino como el as en la manga de la serie de blockbusters más importantes de la cultura popular de la última década es algo a tener muy en cuenta. Desde el Superman de Richard Donner en 1978 (considerado pionero del blockbuster de superhéroe), solo ha habido 6 grandes estrenos superheroicos con mujeres protagonistas (8, si contamos con Mi Súper Ex-Novia y la película de Las supernenas).

Frente a esto, se han estrenado 98 películas de superhéroes protagonizadas mayoritariamente por hombres.

De esta friolera, 90 títulos tienen protagonistas blancos salvo películas noventeras como Steel y Spawn, seguidas por la trilogía de Blade, la solitaria Hancock y los más recientes ejemplos de Black Panther y Spider-Man: Un nuevo universo). No estamos contando con estrenos menores en televisión, streaming o en formato doméstico, pero tampoco es difícil imaginarse las cifras. Si ajustamos el total, solo un 8% de las películas estrenadas del género más taquillero de la actualidad están protagonizadas por mujeres.

Gal Gadot en Wonder Woman (2017)

Con la estela del éxito de Wonder Woman hace dos años, habría cabido esperar una cálida bienvenida para Capitana Marvel. De hecho, no sería una locura amplificar la anticipación con el hype de Endgame tras un cliffhanger brutal en la última película de los Vengadores. Al fin y al cabo, de las veinte películas previas al debut de Carol Danvers en el UCM, únicamente cinco incluyen a mujeres en un protagonismo coral (y son películas grupales como Vengadores y Guardianes de la Galaxia) y solo una sitúa a una mujer a la altura de un protagonista masculino (Ant-Man y la Avispa). En este último caso, la mujer comparte protagonismo con un hombre que ha tenido una película propia previamente.

El resto de películas sitúa a personajes femeninos en papeles importantes, pero secundarios: la Viuda Negra en Iron Man 2 y Capitán América: El soldado de invierno, las Dora Milaje, Shuri, Nakia, Okoye y la reina Ramonda en Black Panther y Hela y Valkiria en Thor: Ragnarok son buenos ejemplos. Sin embargo, este no debería ser el tope para la representación de la mujer en un fenómeno cultural tan importante como el cine de superhéroes. Es lógico que haya llegado el momento para que una superheroína de Marvel tenga un espacio completamente propio para desarrollarse como merece, ¿no es así?

Pues hay personas que están haciendo lo posible para destruir la película de Capitana Marvel.

El primer trailer de la película generó reacciones variopintas: adoración, desinterés, curiosidad… Por mi parte hubo escepticismo (no me dejaban ver algo de historia que me llamase especialmente la atención), pero me fiaba de Marvel y de su fórmula. Finalmente consiguieron ganarse mi interés, pero la primera reacción (tristemente extendida) fue que Brie Larson debería sonreír más y ser más expresiva. El clásico «anda, sonríe que así estás más guapa», acompañado de comentarios diciendo que la actriz, una ganadora del Oscar con años de experiencia y reconocimiento, no sabía nada de interpretación.

Hablar de esto es importante. El impacto de estas películas en el gran público es transformador: sus historias modifican la psique social y sus personajes son referentes para la audiencia. Es altamente improbable que lleguemos a ser superhéroes, pero podemos vernos reflejados en ellos cuando afrontan dilemas humanos. Conociendo esta identificación entre espectador y referente, ¿qué se oculta tras el comentario hacia Brie Larson para que sonría más?Pues viene a revelar que una mujer que se muestra estoica genera incomodidad porque no es fácil de leer y, por lo tanto, de controlar.

Así que le piden que sonría, que sea servil pese a que es algo que ni siquiera se plantearía con sus compañeros masculinos.

https://twitter.com/heymermaid/status/1042464773999394817

Lejos de quedarse ahí, la polémica ha ido a más.

El siguiente golpe consistió en reflotar palabras dichas por Brie Larson acerca de Un pliegue en el tiempo y unirlas con declaraciones recientes para hacer una intensa labor de tergiversación. Dada su experiencia en la industria, la actriz mostró descontento ante la falta de diversidad en la crítica especializada y señaló que «no necesitaba la opinión de un crítico blanco y de mediana edad sobre Un pliegue en el tiempo», sino que le interesaba saber qué significó para las mujeres de color, especialmente adolescentes y niñas con diversidad racial. Algo que tiene sentido, dado el tipo de película que es, aunque sea posible que no fuera el mejor momento para comentarlo (tras la mala recepción de la propia película por otros factores).

Más tarde, y ya entrando en terreno de Capitana Marvel, la actriz volvió a prender las redes cuando dijo que le gustaría ver más presencia femenina en las ruedas de prensa. ¿Sus razones? Tras darse cuenta de la abrumadora mayoría de críticos masculinos y blancos en sus ruedas de prensa (y de confirmarlo con un estudio), quiso que sus ruedas de prensa fueran más inclusivas. Esto adquiere especial importancia en una ocasión tan singular como una película con superheroína protagonista, una oportunidad que solo se ha dado en un 8% de las películas del género. Una vez más, es algo que tiene sentido.

El personaje de Brie Larson es una soldado que carece de recuerdos sobre su pasado

De las anteriores declaraciones nació un bulo: Brie Larson odia a los hombres blancos y les prohíbe ver Capitana Marvel. Es una mentira descarada que se ha convertido en una apisonadora mastodóntica, y muchos fanáticos desinformados la empujan sin pararse a reflexionar. La actriz ha tenido que aclarar la situación, algo que no tenía por qué hacer ya que se entendía perfectamente, pero la cosa se está yendo de las manos: miles de vídeos de YouTube la siguen atacando con desdén, burla y alentando al sabotaje. Para el sitio web RottenTomatoes ha sido la gota que ha colmado el vaso tras vivir varios boicots. Hasta el mismísimo Zachari Levi ha saltado para frenar a los trolls que intentan meter a la película Shazam! de por medio para difamar a Capitana Marvel.

¡Y todo ello a raíz de una mentira!

Se sabe que el público encuentra personajes con los que identificarse en el cine que consume. Mirando las películas de superhéroes y recordando datos sobre sexo y raza (más arriba), la mayor parte de la representación es masculina y blanca. La intención de Capitana Marvel no es solo contar una nueva historia con una mujer protagonista, sino plasmar un nuevo referente del género para la otra mitad de la población. Esto es disruptivo y algo que puede asustar si se lleva toda la vida con referentes mayoritarios para un solo tipo de identidad. Pero es un miedo irracional. Podría haber temor por una agenda para socavar al hombre blanco, atacarlo y castigarlo, pero es una paranoia frágil y sin sentido. No es una amenaza real, es el miedo a una representación más justa.

Brie Larson tiene a Jude Law como compañero de reparto, en un escuadrón de guerreros Kree

Si se saca este tema o cualquier tópico que sacuda estos pilares tan asentados para la identidad de ciertos individuos, es casi seguro que intentarán sabotear la discusión como parte de un mecanismo de autodefensa. Si alguien siente que le arrebatan algo sobre lo que piensa que tiene derecho (por ejemplo, la prioridad para verse representado en películas de superhéroes), se sentirán heridos o atacados aunque sea algo sin un ápice de lógica o sentido. Recordemos que Wonder Woman hizo menos ruido que la campaña de Capitana Marvel, pero fue atacada por hacer unas pocas proyecciones exclusivas para mujeres. Por si fuera poco, Gal Gadot también fue criticada por su aspecto y su procedencia. ¡Gal Gadot!

Lo mejor son las excusas que se han dado para justificar este odio irracional (llamemos a las cosas como son). Por ejemplo, que es injusto que se haya vendido que la Capitana Marvel sea la que va a derrotar a Thanos, el mayor villano del UCM, así como así. Otra mentira. Lo que se dijo es que Carol Danvers sería la heroína más poderosa de los Vengadores hasta el momento, y resulta que esto también les molesta. ¿Por qué? Doctor Strange se presentó como un superdotado capaz de hacer frente a Thanos tras solo una película y Black Panther apareció por primera vez como un rey, guerrero y superhéroe que tenía todo sin esfuerzo, pero nadie se quejó.

¿Tanto asusta que una mujer quiera labrarse su propio camino como heroína?

Dios nos libre de que aparezca una mujer que sea muy fuerte o que no le apetezca sonreír. Socorro, mi masculinidad.

Ojo, que hablamos de Brie Larson, una mujer blanca, interpretando la primera versión de esta superheroína en el cine. Imaginen si se hubiera escogido a Monica Rambeau, una mujer negra, como protagonista. Ya escucho la matraca de que «están forzando el feminismo y a las negras en el cine», sin recordar o saber que ella fue la primera Capitana Marvel de los cómics. Vayamos más allá: imaginemos si hubiesen introducido a Kamala Khan, la primera superheroína musulmana de Marvel. La hecatombe sería mayúscula, porque pocas personas abrirían un cómic para descubrir que es una adolescente neoyorquina, amiga de Spider-Man y conocida como Miss Marvel. La bilis de los fanboys llenaría estadios, y estos permanecerían absolutamente ignorantes.

El peor intento de justificación que he leído y escuchado para el asalto a Capitana Marvel roza lo tétrico: los que boicotean la película se declaran «verdaderos fans del UCM» y quieren hundir la película de Brie Larson porque «se preocupan por aquello que aman». Es decir, el síndrome Star Wars: «fans» que se han creído que tienen el deber y el derecho para destruir el objeto de su adoración, según les plazca. Esto sigue la horrenda lógica de confesiones del estilo de «la maté porque era mía»: una declaración de cobardía y bajeza absolutas. La película ni siquiera se ha estrenado y muchos ya dicen que es bazofia, sin haberla visto, y que zozobrará en taquilla pese a que el tracking de su recaudación no para de subir.

Capitana Marvel llegará a los cines el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Hay que documentarse. Las inseguridades y las polémicas se deben muchas veces a la desinformación sobre el tema tratado. En este caso, ha sido un flagrante bulo lo que ha ayudado a revelar una mentalidad recalcitrante que es necesario cambiar. Pocas personas han visto esta película, por lo que no es justo ni apropiado criticar una obra de cultura popular viviendo en el desconocimiento. Se trata de un título que busca otro tipo de identificación con el público de Marvel y un signo de que el género intenta refrescarse. Han pasado muchos años y muchas películas de superhéroes, y es natural que el filón se haya ido agotando. Es necesario regenerarse.

Empezar por dar el protagonismo que se merecen las mujeres no solamente es necesario, sino también el primer paso para que estas películas se renueven y reinventen. En un futuro más justo, no hay cabida para el odio o la ignorancia.

Si no te gusta, bájate del tren porque no va a parar.