Por: Clara Rivero y Celia García

La esperada cuarta temporada de las aventuras y desventuras de la familia Alvarez no verá la luz en el gigante Netflix.

La semana pasada, el 14 de marzo, Netflix anunciaba por Twitter la desafortunada noticia: One Day At A Time no sería renovada. El popular remake ha despertado numerosas críticas que se negaban a dejar atrás una de las series que más representación ha llevado al público masivo de Netflix.

ODAAT (One Day At A Time) es la típica serie de la que nadie ha oído hablar nunca y que casi se encuentra por pura casualidad cotilleando el catálogo de Netflix. No es una gran producción, como podría ser Stranger Things; de hecho fue tarea complicada conseguir renovación para una tercera temporada. Es una sitcom con un presupuesto medio, a la que Netflix no ha dado ningún tipo de publicidad (cosa de la que se quejan los fans); y sin embargo, es un producto que se vende por sí solo.

Miles de personas se han manifestado en redes sociales en contra de la cancelación de esta peculiar serie, llegando a ser Trending Topic mundial durante varias horas. Actrices como Justina Machado (Penelope Alvarez) e Isabella Gomez (Elena Alvarez) se han hecho eco en sus redes sociales para agradecer a los fans de la serie el cariño que están recibiendo. Ambas han dejado ver la pena que sienten por el fin del show; sin embargo, hay posibilidades de que otras networks compren la serie, tal y como pasó con Vis a Vis, para poder seguirla en otras plataformas fuera de Netflix.

https://twitter.com/horatiotheduck/status/1106254076331868160?s=08

We love you guys and… I got you – dice Isabella Gomez en una story de Instagram el día en el que se dio a conocer la triste noticia.

Sea como sea, siendo el bajo número de visualizaciones la razón de esta injusta cancelación, nos vemos obligados a resumir varias razones por las que esta serie debe continuar (dentro o fuera de Netflix) y por tanto, debes verla.

 

Los latinos al poder

 Como el propio título dice, la serie trata sobre el día a día de una familia de cubanos-americanos. La representación latina en la televisión estadounidense está aumentando en la actualidad, aunque no a grandes pasos, cayendo múltiples veces en la parodia de la telenovela. Sin embargo, ODAAT nos presenta un estilo de sitcom al más puro estilo americano, completamente distinto a lo que estamos acostumbrados.

La familia Alvarez se compone de unos personajes que, más allá de una fachada de fiesta y alegría cubana, han sido creados para romper estereotipos. Y sin embargo, la serie tiene a su vez muy presentes temas como el racismo y las preocupaciones de ser inmigrante o hijo de inmigrante en una sociedad que no termina de aceptarlos. También toca temas esenciales que durante mucho tiempo han sido tabú, como son las deportaciones y el miedo que provocan incluso cuando “deberían estar fuera de peligro”.

 

Visibilización LGBTI

 Aunque son muchas las series que  últimamente hablan del colectivo, sus estereotipos y sus luchas, ODAAT aporta una bocanada de aire fresco, logrando salir del cliché al que nos tienen acostumbrados en cuanto a temática LGBTI. Nos encontramos con Elena, una adolescente empoderada y consciente de los que significa ser mujer, ser lesbiana y ser latina a la vez. Vemos su evolución: cómo se va dando cuenta de que es lesbiana (al principio no se sospecha lo más mínimo) y cómo acaba reuniendo la valentía suficiente como para hacérselo saber a su familia.

Junto con Syd, forma una pareja de chicas adolescentes muy peculiar: son tremendamente frikis, activistas, y no siguen ningún estereotipo. Son fans de la propia cultura lésbica, y, probablemente lo más importante, no están sexualizadas en ningún momento. Pero más allá de eso se cuestionan el binarismo de género, su papel como mujeres en la sociedad e incluso presentan, de manera totalmente inocente, un acercamiento al lenguaje inclusivo. Es una relación que vemos nacer y crecer, es pura, genuina y para qué mentir: muy, muy shipeable. No sólo esto, sino que el resto de personajes asumen esta relación y la sexualidad de ambas partes como algo totalmente normal, que no requiere de ningún tipo de distinción, y son tratadas como cualquier pareja.

Solo tienes que ver la peculiar manera que tiene Syd le pide ir al baile a Elena para entenderlo.

 

 

Humor universal y respetuoso

El éxito de ODAAT reside, como el de cualquier sitcom que se precie, en sus guionistas, y en el ingenio de estos. ODAAT destaca porque sus gags y chistes se mueven alrededor de la cultura cubana, el feminismo y el colectivo LGBTI, siendo un humor que no pretende ofender, sino que más bien es usado para explicar y educar.

El uso constante del español

 No es algo único de ODAAT que personajes latinos o de procedencia española digan expresiones en español para reivindicar su identidad latina, puesto que la mayoría de series con protagonistas latinos se sirven de esta necesidad. Sin embargo, ODAAT lo hace de manera casi didáctica y en cada capítulo, siendo un punto a favor de la serie teniendo en cuenta los tiempos que corren, donde ya hemos visto que la cultura y el uso del español en Norte América no son bienvenidos por todos y más ahora con Trump en el poder. Por tanto, resulta fundamental que una serie (con protagonistas latinos) use este recurso en la lucha contra la intolerancia.

Un novedoso concepto de familia

 Una de los puntos a favor de ODAAT es que muestra cómo la familia no se compone sólo de miembros que comparten sangre, sino de aquellas personas realmente importantes que quieren estar a tu alrededor y compartir sus vidas contigo. Y esta familia no es una familia tradicional de padre, madre e hijos. No sólo no hay una figura paterna, sino que dentro de la gran familia Alvarez son aceptadas personas totalmente dispares entre sí, incluso de diferentes nacionalidades.

Personas que a priori no tienen nada que ver con los Alvarez, acaban entrando en la familia unidos por el cariño y la cultura cubana; un claro ejemplo es Schneider, el propietario del edificio que, a pesar de tener su propio apartamento, prefiere pasar el rato con Penelope y los suyos. De hecho, Penelope Alvarez en un discurso en la serie dice las palabras “Familia para siempre”, frase que los fans han adoptado con cariño, convirtiendo el fandom en un anexo más de la familia Alvarez.

La veneración a los abuelos

 Si de algo estamos seguros es de la importancia que se le otorga a los mayores en la cultura latina, como un pilar extremadamente importante en la familia y como perpetuadores de tradiciones. Aquí es donde entra en acción la abuela Lidia, uno de los mejores personajes de la serie. En los primeros capítulos parece la típica señora mayor que se niega a aceptar su edad y con la que resulta imposible discutir, que a su vez le da el toque de gracia al día a día con su personalidad dicharachera. Pero conforme va avanzando la serie y la vamos conociendo más a fondo, descubrimos que es un personaje complejo, que ha pasado muchas miserias, pero que aún así es capaz de evolucionar, cambiar su mentalidad y dejar atrás creencias supersticiosas que no dejan avanzar a la sociedad. Y, al final del día, no deja de ser una abuela moderna que quiere incondicionalmente a sus nietos y les apoya en todo lo que se proponen.

 

Cuestiones actuales

 ODAAT se atreve a meter opiniones políticas en contra de Trump y a tratar con seriedad y delicadeza temas que están a la orden del día en la sociedad actual, dedicando varios capítulos al movimiento #MeToo, al feminismo, e incluso aludiendo al Che Guevara y la visión que muchos cubanos tienen sobre él.

Problemas psicológicos y de adicción

 Tras la comedia y las risas se esconde la realidad de una madre separada, a la que le cuesta llegar a fin de mes en un trabajo precario; una veterana de guerra que arrastra depresión y ansiedad. Vemos cómo el personaje de Penelope evoluciona hasta conseguir ir a terapia y asumir que necesita ayuda externa. También encontramos problemas de adicción, como en Schneider, alcóholico que lleva sobrio 8 años. Es un personaje que asume su problema de adicción y sigue su vida luchando contra este. En general, la serie trata temas delicados que no suelen estar representados en la televisión, pero que merecen su espacio de visibilidad para poder llegar a personas con los mismos problemas.

 

En conclusión: aunque Netflix haya anunciado que no renovará para una cuarta temporada, One Day At A Time tiene mucho que ofrecer y risas garantizadas. ¡Recomendadísima!